Erik Spoelstra sabe bien de lo que habla cuando dice que sus Miami Heat construyeron su loable capacidad de lucha y fortaleza mental durante los últimos meses de temporada regular de la NBA. El experimentado y reputado entrenador de los floridenses las ha visto de todos los colores y sin embargo no está sorprendido por el excelente rendimiento de su equipo una vez llegados los playoffs. Parte del mérito, dice, está en el nuevo formato del play-in.
“Sé que el play-in ha ayudado. Hay menos equipos haciendo tanking. Todos han estado luchando por ello en los dos últimos meses. Cada partido era una cita ineludible con el televisor, y eso en ambas conferencias. Creo que ha sido lo mejor que le ha pasado a la NBA en la última década”, asegura el preparador.
Sus Heat necesitaron disputar dos partidos en el play-in para alcanzar los playoffs con el último billete disponible. Después de un curso irregular y muy por debajo de las expectativas, la franquicia pudo batallar para acceder a la fase final y reagruparse entorno al objetivo último de cualquiera: ganar el anillo en junio. Después de ganar el primer partido de las Finales del Este en Boston, contra los todopoderosos Celtics, están a tres victorias de luchar por el título.
“Ha sido una bendición pasar por todo ello”, afirma Spoelstra sobre la temporada de sobresaltos que les llevó a medirse a los favoritos Milwaukee Bucks en primera ronda. Les ganaron en cinco partidos y se convirtieron así en el primer conjunto de play-in en ganar una eliminatoria. Les siguieron los Lakers cargándose en el Oeste a los Grizzlies. “Nunca había formado parte de una temporada regular así, y creo que hemos crecido y mejorado con ello. No hemos dejado que quebrara nuestro espíritu, sino que nos ha fortalecido y unido, nos ha permitido desarrollar la perseverancia y lucha necesarias en esta fase del año”, opina el entrenador.
Miami terminó el curso con un 44–38 de balance en el Este. En el primer partido de play-in cayeron contra los Hawks, pero pudieron recuperarse y batir a los Bulls al cabo de dos noches. “Sin esos momentos, esas derrotas dolorosas a segundos del final, y todas esas bajas a lo largo del año, muchos de quienes han contribuido en los playoffs no hubieran tenido tantas oportunidades de jugar para meter 20 con las bajas de Jimmy, Bam o quien fuese”.
Kyle Lowry, uno de los referentes del equipo que ha jugado por debajo del nivel esperado gran parte del curso, se muestra de acuerdo con la opinión de su técnico. “Lo que hemos construido este año son buenos hábitos, saber que podemos ir a jugar con cualquiera y contra cualquiera. Vamos a jugar duro cada noche sin excusas”, comenta el base.
Esta madrugada, a partir de las 02.30 horas en España, Miami busca dar otro golpe sobre la mesa y robarle otro partido a los Celtics en Boston. Es un objetivo complejo, pero no hay imposibles para ellos. Como octavos clasificados, están firmando unos playoffs para la historia aunque nadie diese un duro por ellos a lo largo de la temporada regular. Su bendición, curiosamente, ha sido el play-in.