UVALDE, Texas – Algunos niños que sobrevivieron el tiroteo en su salón de clases en la escuela de Uvalde, y que dejó un total de 21 personas muertas, quieren seguir adelante, pero les cuesta no pensar en la tragedia.
A un año de lo ocurrido, continúa su recuperación física y mental.
Miah Cerrillo recuerda las palabras que dijo el gatillero cuando entró al salón 112. Luego, según su relato, vio cuando le disparó a su maestra.
La joven contó que, en medio de la desesperación, se escondió detrás del escritorio, salpicó su cuerpo con la sangre de otros y se hizo la muerta.
Por otro lado, convencido de que quiere mirar al futuro y no al pasado, el estudiante AJ Martínez piensa en los dos disparos que recibió y las cicatrices que le dejaron en su pierna derecha.
Khloie Torres, otra sobreviviente, dijo que vio morir a diez personas, incluida su mejor amiga.
Sin embargo, en medio de los malos recuerdos, pensar en su compañera Mayah Zamora les devuelve la esperanza. Ella fue la última víctima en salir de un hospital tras 66 días de cuidado médico y varias cirugías.
En fin, ellos y muchos otros niños fueron testigos de un ataque mortal que nunca debió suceder. No obstante, a pesar de los daños, demuestran optimismo y valentía.
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