Stewart Rhodes, fundador y líder del grupo de extrema derecha Oath Keepers (Guardianes del Juramento), una especie de milicia paramilitar ultra, ha sido condenado este jueves a 18 años de prisión por el asalto al Capitolio, la mayor pena impuesta hasta ahora. Tanto él como su lugarteniente Kelly Meggs, condenado a 12 años, fueron declarados culpables de conspiración sediciosa y por la movilización de simpatizantes de Donald Trump que no admitían la victoria de Joe Biden en las elecciones presidenciales de 2020 e intentaron impedir por la fuerza evitar la transición pacífica de poder y mantener ilegalmente a Donald Trump en el poder.
En declaraciones pronunciadas en la vista, antes de que el juez dictara su sentencia, Rhodes se ha considerado una víctima y se ha comparado con el disidente soviético Alexandr Solzhenitsin: “Soy un preso político y, al igual que el [ex]presidente [Donald] Trump, mi único delito es oponerme a quienes están destruyendo nuestro país”, ha dicho, según recoge la agencia AP. El juez Amit Mehta, en una intervención muy dura le ha replicado: “Usted no es un preso político, está aquí como consecuencia de sus actos. Representa una amenaza continua y un peligro para este país, para la república y para el tejido mismo de nuestra democracia”. “En el momento en que sea puesto en libertad, sea cuando sea, estará dispuesto a tomar las armas contra su Gobierno”, ha añadido.
La sentencia se ha dictado en el edificio de los juzgados federales de Washington, a solo unos cientos de metros del Capitolio. El juez Amit Mehta ha aceptado la petición de los fiscales de aplicar penas agravadas por “terrorismo”, bajo el argumento de que los Oath Keepers trataron de influir en el Gobierno mediante “intimidación o coacción”. En sentencias anteriores, los jueces habían rechazado esa petición del Departamento de Justicia.
Hasta ahora, la mayor de las más de 500 condenas impuestas por el asalto al Capitolio era una de 14 años para un hombre con un largo historial delictivo que atacó a agentes de policía con gas pimienta y una silla mientras asaltaba el Capitolio. Ha habido cerca de 300 condenas a prisión y más de 200 a libertad condicional o el arresto domiciliario. Quedan cientos de casos aún pendientes.
Sentencias pendientes
El jurado declaró culpable a Rhodes y Meggs en diciembre del año pasado en las primeras condenas por sedición por el asalto al Capitolio. Tras esas han seguido otras. Otros cuatro miembros del mismo grupo fueron declarados culpables de conspiración sediciosa en enero y también se aplicó ese tipo delictivo a cuatro miembros de los Proud Boys a principios de este mes, incluido su presidente, Enrique Tarrio.
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El jurado, integrado por 12 miembros, estuvo deliberando durante tres días desde que acabó un juicio que duró casi dos meses. La Fiscalía acusó al líder de los Oath Keepers de estar dispuesto a tomar las armas para mantener a Trump como presidente en el juicio de mayor calado de todos los celebrados hasta entonces por aquel episodio, tanto por los cargos presentados como por la identidad de los juzgados. Rhodes entró en terrenos restringidos del Capitolio, pero no en el edificio. Se quedó fuera coordinando las actividades mientras muchos de los miembros de su grupo entraban en formación paramilitar.
Rhodes y Meggs fueron declarados también culpables de obstrucción de un procedimiento oficial y de adulteración de documentos y procedimientos. Otros tres miembros de los Oath Keepers fueron absueltos por sedición, pero declarados culpables de varios otros delitos, entre ellos, el de obstrucción de un procedimiento oficial y el de alteración de documentos y procedimientos.
La sentencia de Meggs, 12 años de prisión, se ha conocido horas mas tarde, mientras que la condena para otros dos de los participantes está prevista para este viernes. Hay otro de los cinco condenados en este caso cuya sentencia queda pendiente mientras se estudia su posible anulación. Para la semana que viene está previsto que se dicte sentencia por sedición contra otros cuatro miembros de los Oath Keepers condenados en enero. Las penas para los Proud Boys declarados culpables de sedición hace unas semanas se conocerán en agosto o septiembre.
Durante el juicio, el fiscal sostuvo que el líder de los Oath Keepers y otros miembros de su milicia tenían armas de fuego en un hotel de Virginia el 6 de enero de 2021 y estaban dispuestos a usarlas. Los acusados negaron los cargos, pero la fiscalía mostró grabaciones en las que Rhodes lamentaba no haber llevado sus armas al asalto al Capitolio y decía que podría haber colgado de una farola a la presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi, especialmente odiada por los ultraderechistas.
Tras ponerse de acuerdo para ir a Washington el 6 de enero a través de aplicaciones con las comunicaciones encriptadas, los Oath Keepers se organizaron en equipos que estaban preparados y dispuestos a usar la fuerza y a transportar armas de fuego y municiones a Washington, según el Departamento de Justicia.
“Guerra civil”
Mensajes, grabaciones y otras pruebas presentadas en el juicio mostraban a Rhodes y sus seguidores cada vez más enfurecidos tras las elecciones de 2020 ante la perspectiva de una presidencia de Biden, que veían como una amenaza para el país y su forma de vida. En un chat encriptado dos días después de las elecciones, Rhodes dijo a sus seguidores que prepararan su “mente, cuerpo y espíritu” para la “guerra civil”.
En una conferencia telefónica días después, Rhodes instó a sus seguidores a hacer saber a Trump que estaban “dispuestos a morir” por el país. Un Oath Keeper que estaba escuchando estaba tan alarmado que comenzó a grabar la llamada y se puso en contacto con el FBI. En el juicio declaró: “Sonaba como si fuéramos a la guerra contra el gobierno de Estados Unidos”.
Los Oath Boys reclutaron miembros y afiliados, organizaron entrenamientos para enseñar y aprender tácticas de combate paramilitares y llevaron al Capitolio equipo, armas y suministros paramilitares —incluyendo cuchillos, porras, uniformes de combate camuflados, chalecos, cascos, protección para los ojos y equipos de radio—; irrumpieron e intentaron tomar el control del Capitolio el 6 de enero de 2021 en un esfuerzo por impedir, obstaculizar y retrasar la certificación de la votación del colegio electoral.
Rhodes, de 58 años, hijo de un marine, empezó su carrera como paracaidista, se licenció en Ciencias Políticas con un expediente brillante en la Universidad de Nevada y después estudió Derecho en la elitista Universidad de Yale. Fundó los Oath Keepers en 2009 y los organizó como una milicia de extrema derecha para defenderse de los supuestos abusos del Gobierno federal tras los atentados del 11 de septiembre de 2001.
La presencia de sus miembros armados en actitud intimidatoria se hizo habitual en actos políticos y manifestaciones y su líder, que lleva un parche cubriendo el ojo de cristal que tiene desde que se disparó accidentalmente en la cara con su propia arma, se convirtió en la imagen de la milicia.
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