Entre profecías, trash-talking y fanfarronerías, a Jimmy Butler le gusta demasiado ‘largar’. Lo que, para nada, es malo, pues al final es sincero aunque ‘no tenga abuela’, le pone salsa al asunto, y se ha ganado el derecho a hacerlo. Pero de lo único que se va a hablar hasta el Game 2 del domingo, y mucho, es de su silencio en este primer encuentro de las Finales, con un claro 104-93 para Denver.
Y es que el alero se ha ido a marcar su peor partido hasta ahora en estos playoffs justo en el debut de la serie por el título, sólo 13 puntos con un 6/14 en tiros de campo, 7 rebotes y 7 asistencias. Lo peor es que cuando más se le podía esperar, en el último cuarto, apenas anotó 2 tantos.
El alero de 33 años pudo compensar en parte su discreta actuación con 7 pases de canasta, algo que sin embargo tuvo muy poca incidencia en unos Heat que, cuando más se acercaron, fue a 9 puntos en el último parcial y sin Nikola Jokic en pista. Pero, más que los números, fue lo que transmitió Jimmy Butler, indeciso, pasivo y hasta apático. Y cómo fue desapareciendo, con un decente primer cuarto con 7 puntos pero luego solo 6 entre los tres siguientes.
Aaron Gordon hizo un buen trabajo con la estrella de los Heat pero, en general, todos los Nuggets pudieron limitar a Butler fuera cual fuera el ‘matchup’, con Kentavious Caldwell-Pope poniéndoselo también muy complicado y Denver colapsando la pintura en el momento justo. “Fallé muchos tiros. Tenemos que atacar más el aro y me incluyo a mí mismo. Que acabara sin tiros libres es completamente mi culpa”, admitió el alero haciendo autocrítica.
Miami intentó llevarle a un duelo individual también más cómodo con dobles bloqueos y aclarándole el lado hacia donde penetraba, pero, fuera por la altura de Denver, por indecisión o simplemente por todo el crédito que merece la defensa de los Nuggets, Butler no se atrevió a atacar el aro.
El mejor momento de los Spoelstra no llegó con él sino con la aparición de Kyle Lowry en el último cuarto, añorando un magnífico Bam Adebayo con 26 puntos más colaboración de su compañero de dúo. Conociéndole, a buen seguro que Jimmy Butler se va a tomar todas las críticas como alimento para salir a poner todo patas arriba en el Game 1. Pero, a la primera, ha fallado.