La lavadora es uno de los electrodomésticos más utilizados en el hogar, pero también uno de los que más dudas genera a la hora de elegir su ubicación. ¿Es mejor poner la lavadora en el baño o en la cocina? ¿Qué ventajas e inconvenientes tiene cada opción? Los expertos en decoración y diseño de interiores nos dan algunas claves para resolver este dilema.
La lavadora ¿va en el baño o en la cocina?
Cuando compramos una lavadora, tenemos en cuenta la carga, en función si por ejemplo vivimos solos o con más gente o con la familia o también, nos fijamos mucho en la eficiencia energética (siendo la mejor la A++). Sin embargo, poco se habla del lugar en el que es mejor que pongamos este electrodoméstico.
A la hora entonces de decantarse por el baño o la cocina para colocar la lavadora, lo primero que debemos tener en cuenta según los expertos, es que se debe tener en cuenta que la lavadora necesita una toma de agua, un punto de desagüe y un enchufe eléctrico cerca.
En este sentido, ambos espacios parecen adecuados, pero dentro de cada uno de ellas hay diferentes formas de integrar la lavadora según el espacio disponible, el estilo y las preferencias personales.
Poner la lavadora en el baño
En el baño, la lavadora puede servir también para guardar la ropa sucia, los detergentes y otros accesorios de limpieza. Además, se evita tener que trasladar la ropa mojada de una habitación a otra para tenderla. Algunas opciones para colocar la lavadora en el baño son:
- Bajo el lavabo. Si hay espacio suficiente, se puede aprovechar la encimera del lavabo para colocar la lavadora debajo, junto al sifón. Así se consigue unificar el diseño y ocultar el aparato.
- Frente al lavabo. Otra opción es poner la lavadora frente al lavabo, aprovechando una pared libre o un hueco entre muebles. Se puede dejar a la vista o cubrir con una cortina o una puerta corredera.
- En columna. Si se dispone de altura, se puede colocar la lavadora en vertical, sobre un mueble o un soporte elevado. Esta opción permite ahorrar espacio en el suelo y facilita el acceso al tambor.
- Junto a la ducha o la bañera. Si no hay otra alternativa, se puede poner la lavadora junto a la zona de agua, siempre que se respete una distancia mínima de seguridad y se proteja el aparato de las salpicaduras.
La principal ventaja de colocar la lavadora en el baño es que se facilita la limpieza y el mantenimiento del aparato, ya que se puede aprovechar el agua y los productos de higiene personal. Además, se evita tener un electrodoméstico ruidoso en la cocina, lo que puede resultar molesto si se pasa mucho tiempo en ella.
Sin embargo, también hay algunos inconvenientes que hay que tener en cuenta. Por un lado, se debe evitar tener un aparato eléctrico conectado mientras se usa la ducha o la bañera, ya que podría suponer un riesgo de electrocución. Por otro lado, se debe controlar la humedad y la ventilación del baño, ya que podrían afectar al funcionamiento y a la duración de la lavadora.
Además, se recomienda que en el caso de baño pequeño, la lavadora no sea de carga frontal y sí superior.
Poner la lavadora en la cocina
La cocina es otra opción habitual para colocar la lavadora, sobre todo si no hay espacio suficiente en el baño o si se tiene una necesidad especial. En este caso, se puede aprovechar para integrar la lavadora con el resto de los electrodomésticos y crear un ambiente más armónico. Algunas formas de colocar la lavadora en la cocina son:
- Bajo la encimera. Si hay espacio libre bajo la superficie de trabajo, se puede poner la lavadora debajo, junto al fregadero o al lavavajillas. Así se aprovecha el espacio y se facilita la conexión al agua y al desagüe.
- En un armario. Otra opción es ocultar la lavadora dentro de un armario con puertas abatibles o correderas. De esta forma, se consigue un aspecto más limpio y ordenado.
- En un rincón. Si no hay otra posibilidad, se puede poner la lavadora en un rincón de la cocina, aprovechando una pared libre o un hueco entre muebles. Se puede dejar a la vista o cubrir con una cortina o una puerta corredera.
La principal ventaja de colocar la lavadora en la cocina es que se puede controlar y cargar la lavadora sin moverse de la cocina, lo que puede ahorrar tiempo y esfuerzo.
Sin embargo, también hay algunos inconvenientes que hay que tener en cuenta. Por un lado, se debe evitar tener un electrodoméstico ruidoso en la cocina, ya que podría resultar molesto si se pasa mucho tiempo en ella. Por otro lado, se debe cuidar la limpieza y la higiene de la lavadora, ya que podría contaminarse con los olores y las grasas de la cocina.
En conclusión, los expertos consideran que no hay una respuesta única a la hora de elegir entre colocar la lavadora en el baño o en la cocina. Depende de las características del espacio, del estilo y de las preferencias personales. Lo importante es buscar la opción que mejor se adapte a las necesidades y al gusto de cada uno.
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