MIAMI – La estricta seguridad afuera de la corte federal Wilkie D. Ferguson en Miami fue permanente este martes antes de la histórica comparecencia del expresidente Donald Trump, a las 3:00 p.m. y durante la que se declaró no culpable.
Antes de que a Trump se le acusara formalmente de los 37 cargos por supuestamente retener deliberadamente registros clasificados de la Casa Blanca y llevarlos a Mar-a-Lago, en Florida, tanto partidarios como detractores se reunieron cerca del juzgado de Miami.
El propio Trump había alentado a sus seguidores a unirse a una protesta planificada este martes en el juzgado de Miami, pero las manifestaciones fueron pacíficas y sin altercados.
Los manifestantes, sin embargo, fueron superados en número por los cientos de periodistas que se encontraban en el Downtown de Miami para darle cobertura al histórico caso.
Entre los que llegaron la madrugada del martes a Miami estaban Florencio y Kevin Rodríguez (padre e hijo), quienes llegaron a Estados Unidos hace 15 años como solicitantes de asilo que huían de Cuba. Con una camiseta con el lema “Jesús es mi salvador, Trump mi presidente”, el joven Kevin Rodríguez, dijo que es posible que Trump sea culpable de retener ilegalmente documentos clasificados.
Pero cuestionó la imparcialidad de los procedimientos a la luz de lo que dijo que era la actitud laxa de los fiscales hacia el presidente Joe Biden y la exsecretaria de Estado Hillary Clinton. Ambos han sido acusados de mal manejo de inteligencia clasificada y no comparecieron ante la corte, aunque tampoco han enfrentado acusaciones de ocultar intencionalmente sus acciones, como lo ha hecho Trump.
“Incluso si es culpable, lo seguiremos apoyando”, dijo Rodríguez, señalando la firme oposición de la administración Trump al gobierno de Cuba. “Nunca abandonamos a nuestros amigos, aquellos que aman este país y nuestra libertad”.
Jack Kaplan dijo que condujo dos horas desde Fort Pierce, donde se encuentra el juez asignado al caso, para contrarrestar la gran cantidad de partidarios de Trump que ya habían comenzado a presentarse frente al juzgado federal en Miami.
Con una copia de la acusación pegada en un portapapeles y un letrero que decía “Trump está tostado”, el vendedor de autos jubilado de 68 años dijo que celebrará con una botella de vino tinto Mouton Rothschild de $1,400 si el expresidente va a prisión.
“Ya tengo la botella en mi enfriador de vino”, dijo Kaplan mientras un partidario de Trump que llevaba un cartel que decía “Keep America Great” pasaba con frialdad. “Voy a hacer una gran fiesta”.
MOVILIZACIÓN POLICIAL Y SEGURIDAD
Entretanto, la policía de Miami dijo que aproximadamente a las 10:28 a.m. respondió para ayudar al Departamento de Seguridad Nacional a investigar un objeto sospechoso ubicado cerca de la avenida North Miami, entre la calle 3 y 4.
El tráfico se cerró temporalmente y posteriormente, cerca del mediodía se aclaró que se trataba de un monitor con un mensaje que habían colocado alguno de los manifestantes. El objeto no resultó ser amenaza y fue retirado sin incidentes.
PREPARATIVOS
El alcalde de Miami, Francis Suárez, y el jefe de la policía, Manny Morales, explicó detalles de las medidas de seguridad y los cierres de vía que se dieron ante la presencia del expresidente Trump.
Comenzando aproximadamente a las 10:00 a.m. las vías en el área que abarca desde la 1a avenida entre la 3a y la 5a calle del NE estuvieron cerradas. “Recomendamos encarecidamente a los viajeros que eviten el área y busquen rutas alternativas, si es posible”, pidió la policía de Miami.
Francis Suárez dijo que se incrementaría la presencia policial en las calles cercanas a la corte por lo que algunas calles serían cerradas.
El jefe de la policía de Miami dijo que estaban preparados para actuar en caso de que fuera necesario, pero aclaró que esperaban que las manifestaciones fueran pacíficas.
En caso de presentarse protestas las autoridades aseguraron que estaban listos para actuar, ya fueran 5,000 o 50,000 las que se manifestaran. “Estamos listos para actuar y estamos cómodos con eso”, habría acotado Morales.
Trump pasó la noche del lunes en el resort Trump National Doral, desde donde salió para la corte de Miami.
LA OPINIÓN DE LOS EXPERTOS
Los departamentos de Justicia y Seguridad Nacional enviaron agentes federales adicionales a Miami antes de la histórica comparecencia del expresidente Trump.
Manuel Ortega, agente retirado del FBI, explicó previamente que en materia de seguridad los cielos estarían controlados, todo el entorno, alrededor de la fiscalía lo que es la corte, la ruta a tomar fue planificada con el Servicio Secreto para mantener un control estricto.
El Departamento de Policía de la Ciudad de Miami, por su parte, indicó en un comunicado que trabajaría en conjunto con otras agencias locales, estatales y federales “para proporcionar cualquier asistencia necesaria en forma de personal, recursos, desvíos y/o cierres de carreteras”.
Ortega explicó de antemano que participarían elementos del equipo táctico del Servicio Secreto, equipos tácticos SWAT, los equipos del FBI local y otros traído de afuera, que estuvieron distribuidos estratégicamente en diferentes partes de la ciudad por si se daban acontecimientos.
El Servicio Secreto ya había indicado por su parte que no había “acomodaciones especiales” para el expresidente Trump en Miami, más allá de lo que normalmente es necesario para garantizar su seguridad.
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