Albert Costa tomó una difícil decisión para este año. Cara o cruz. Era piloto oficial de GT en Lamborghini, piloto de fábrica, lo que muchos otros pilotos desearían. Pero fallaba algo: no se sentía querido. No era feliz. Preguntó al equipo por si le tenía en cuenta para sus planes para el programa que la firma tiene entre manos para entrar en la categoría reina del Mundial de Resistencia a partir de próximo año. Pero la respuesta de uno de sus jefes fue clara: “No”. No le dieron más razones. Ninguna explicación. Albert decidió entonces marcharse. Su padre Luís Costa, le decía que se lo pensara. Creía que se equivocaba con esa decisión, a priori precipitada. Pero no había marcha atrás. Albert quería mejorar como piloto y para ello debía salir de la marca y buscarse la vida en otro lado en el que confiaran más en su enorme talento. Llegó entonces a uno de los equipos más humildes de la categoría de plata del Mundial de Resistencia, el Inter Europol. El resto ya es historia.
LA ENTREVISTA COMPLETA A ALBERT COSTA, EN TWITCH
Ante todo pronóstico, Albert Costa y sus compañeros superaron a las grandes potencias de su categoría y ganaron las 24 Horas de Le Mans en LMP2. Albert había llegado al Mundial de Resistencia como ‘rookie’ con el objetivo de brillar y llamar la atención de algún equipo de Hypercar para el próximo curso. Ahora, tras conquistar Le Mans, su meta es ganar el título de LMP2 en el WEC, y a su vez, cerrar un fichaje por un equipo de Hypercar el próximo curso para ser piloto de la máxima categoría del Mundial de Resistencia. Tras su triunfo en Le Mans, a Albert Costa ya se le acumulan las ‘novias’. Así lo aseguró a MD el piloto de Les Corts.
“Lo he arriesgado todo al venir al WEC a LMP2 con este equipo porque mi objetivo era llegar a Hypercar. Es la verdad y no lo vamos a ocultar. Antes de la carrera de Le Mans, varios equipos me dijeron: ‘te estaremos observando’. Tenía bastante presión, pero ha ido bien. Con uno de estos equipos voy a tener una reunión en la próxima carrera y hay tres ‘novietas’ más con las que no ha pasado nada aún, pero sé que están detrás y sé que en cualquier momento pueden decirme de ir a hacer un café. Estoy preparado para ello, esperando la notificación del mensaje en mi móvil”, expresó Costa a MD en una entrevista en directo en el canal de Twitch de Mundo Deportivo.
“Hablamos de equipos presentes ya en el WEC… y uno sé que va detrás de mí porque uno de sus pilotos me ha hablado”, apuntó, sin querer revelar ningún detalle todavía.
“Estamos trabajando para que sea para el año que viene. Pero vamos a centrarnos primero en este año. Si me llaman para reunirnos vamos a ir a por ello. Esto me motiva, que se estén cocinando cosas en varios sitios. A ver qué pasa, pero primero hay que escuchar a ver qué me ofrecen. Lo importante es que hay interés. En uno de los equipos hay un interés muy grande, es un equipazo, con compañeros de equipo Top y un equipo humano que es de los mejores que hay en el paddock. A ver si la suerte está de mi lado y puedo estar donde quiero”, finalizó al respecto.
COSTA SE QUITA UNA ‘ESPINITA’ CON LAMBORHINI
Albert Costa decidió marcharse de Lamborghini cuando era piloto oficial de la marca. Él mismo explicó a MD una conversación en la que Giorgio Sanna, jefe de Lamborghini Squadra Corse, le cerraba las puertas al programa de Hypercar. No contaban con él ni para hacerle un test para evaluar su posible candidatura pese a los motivos que Albert le puso sobre la mesa.
“Cuando yo me reuní con Giorgio, que es el jefe a bordo de Squadra Corse en junio o julio del año pasado, yo le dije: ‘¿Para el año que viene, qué?’. Me dijo que GT, que el coche iba a ir muy bien, etc. ‘¿Qué oportunidad tengo de ir en LMDH, en Hypercar?’, le pregunté. ‘Ninguna’, respondió. ‘Por qué’, le pregunté. No tenía respuesta”, expresó el piloto barcelonés a MD.
“Y le dije: ‘Mira Giorgio, de los 7 pilotos soy el que menos pesa, 10 kilos menos del siguiente que pesa más que yo. 10 kilos en Le Mans son 3 o 4 décimas por vuelta en Le Mans. Y 4 décimas son muchos segundos al final de una carrera de 24 Horas”, continuó Albert.
“Soy uno de los que más o el que más experiencia tiene en fórmulas gordos, como World Series, GP2 y he estado como piloto de desarrollo de Wolrd Series y he ganado carreras. Yo no te voy a decir que me cojas para correr. Pero igual que estás probando a tus pilotos, pruébame a mí. Si yo lo hago bien, me mantienes el salario que tengo yo ahora, sin incrementarlo, y va a ser un ‘win, win’, porque voy a estar arriba y te voy a salir barato’”, añadió Costa en aquella conversación con Sanna. Pero la respuesta volvió a ser la misma: “Albert… no”.
“‘¿Dime un por qué?’, pregunté. ‘Y ni una respuesta’. Y eso me enfadó mucho”, recordó Albert sobre la charla que tuvo con Sanna, uno de los detonantes de su decisión de marcharse de Lamborghini e iniciar un nuevo camino para este curso.
Precisamente, días después del triunfo en Le Mans, a Costa le llegó un mensaje de felicitación por parte de Lamborghini. En este caso, del segundo a bordo de la marca. Tras un rato de reflexión en el gimnasio, Albert decidió contestar.
“En el mensaje me decía: ‘Puedo notar que tienes mucha experiencia con estos coches’. Bueno, me ha dicho cosas muy bonitas. Yo me pensaba que me diría que tenía que hablar conmigo para el Hypercar (para el programa del próximo año en la máxima categoría del Mundial de Resistencia), pero no. Y he pensado en contestar. He cogido la moto, he ido al gimnasio, y digo: ‘ya está’. Le voy a contestar, porque tengo mi orgullo y quiero que se den cuenta de que la han ‘cagado’”, explicó a MD antes de revelar su respuesta: “Cuando me ha enviado el mensaje y me ha dicho que tenía experiencia, le he dicho: ‘Mauro, agradezco tu mensaje. Me hace muy feliz, muchas gracias. Y sí, sí que se nota la experiencia. Yo ya se lo dije a Giorgio el año pasado, pero ahora es demasiado tarde”.
Albert Costa se quitó una enorme ‘espinita’ en un equipo que no supo valorarle. Parecía un paso atrás en su carrera, pero acabaron siendo 10 hacia delante. Ahora, mira el futuro con una ilusión enorme. En la categoría Hypercar se lo van a rivar.
“AHORA VUELVO A SER FELIZ”
Lo que no sabía Costa antes de fichar por el Inter Europol y dejar Lamborghini es que le iba a cambiar la vida. Soltó alguna lágrima cuando vio que una opción que tenía entre manos finalmente no se concretaba. No sabía qué sería de él para este curso. Y ahí apareció la puerta del Mundial de Resistencia. Había arriesgado mucho. Había decidido dejar de ser piloto oficial de Lamborghini en busca de mayores sueños. Y esa valentía fue precisamente la que destacaron otros compañeros tras su triunfo en Le Mans.
“Hay dos cosas que son claves para este año en el WEC. Muchos pilotos, tanto de Hypercar como de LMP2 me han escrito y me han dicho: ‘tío, felicidades por la carrera, pero sobre todo felicidades y ole tus…. por apartarte de Lamborghini, marcharte y apostar por una categoría en la que nunca habías probado y en un equipo que el año pasado era el peor, y hacer lo que has hecho’. Y eso son cosas que molan”, exaltó Albert.
“Y en una entrevista tras ganar la carrera, me di cuenta de que estoy conduciendo mejor que nunca porque vuelvo a ser yo, porque en Lamborghini no era feliz, porque no podía ser yo mismo. Llegué a estar con un mental ‘coach’ que me ayudase diciéndole: ‘mira lo que me ha dicho el jefe, que he ganado la carrera y ni me ha felicitado. ¿Por qué? Ni una palmada en la espalda. Nada’. Allí te hacía sentir el último”, reveló Costa antes de detallar lo que le dijo a uno de los responsables antes de marcharse.
“En Lamborghini, en una charla que tuvimos, se lo dije: ‘tal como me habéis tratado es como si me hubierais hecho ‘bullying’. No me he sentido querido, no me he sentido apoyado, no me has tratado bien en muchas ocasiones, no me has contestado mensajes y has estado meses sin contestarme a las llamadas. Si tanto me valoras y además hablo italiano y podemos entendernos perfectamente… tendrías que estar ahí y decirme las cosas. Y si hay algo que no te gusta me lo dices y lo mejoro, porque yo soy así y lo sabes’”, explicó a este diario
“Ahora vuelvo a ser yo otra vez, una persona normal que pilota y disfruta de lo que hace. A mis dos jefes, tanto del WEC como del GT (en GT pilota para el equipo Emil Frey Racing, su segunda familia), les pregunto en cada carrera si hay algo que pueda mejorar o cambiar, porque soy así y quiero mejorar y ser el mejor. Pero en la otra casa… esto no pasaba”, finaliza. Albert ha vuelto a ser feliz. Vuelve a disfrutar conduciendo. Y sobre todo: mira hacia el futuro con una enorme sonrisa. Le van a llegar grandes oportunidades para seguir brillando.