El asturiano quería luchar por el triunfo en el GP de Canadá, pero hubo tres elementos clave en la carrera que le complicaron la pelea con Max
Aston Martin dio un importante paso al frente con el gran paquete de evoluciones presentado en el GP de Canadá de F1 y ello permitió a Fernando Alonso hacer algo que no había logrado en lo que va de curso, replicar el ritmo de Max Verstappen y en algunas ocasiones marcar vueltas más rápidas que el neerlandés. “Red Bull no estaba lejos”, apuntaba Alonso. Y de hecho, en una de sus radios con el equipo, era claro con su ingeniero: “quiero ganar esta carrera, colega”. Fernando estuvo más cerca que nunca en cuanto a ritmo de carrera, exceptuando Mónaco, trazado particular en el que tuvo su gran opción de lograr su victoria 33 en F1. Nadie sabe si finalmente podría haber batido un gran Max al volante del mejor coche de la parrilla, pero lo cierto es que el actual rey, en su tanda con goma media, estaba perdiendo décimas vuelta tras vuelta respecto a Alonso. Max decía que no tenía agarre y dijo tras la carrera que quizás eso se debió a la menor temperatura del asfalto. Podía haber lucha final, pero todo cambió con un ataque de Hamilton en boxes y una posterior “falsa alarma” con el sistema de combustible.
Estos fueron los detalles que impidieron a Alonso intentar pelear por el triunfo con Max en Canadá:
La lucha con Hamilton
Alonso lo dejó claro: “Esperábamos poder plantar más cara a Red Bull pero hemos perdido una posición en la salida con Lewis y he tenido que pelear con ellos”. Eso marcó su lucha con Verstappen. Tuvo que centrarse en defender su segunda posición con Lewis en lugar de pensar únicamente en lo que parecía más complicado: ganar a Verstappen. Ese detalle marcó la carrera. En la vuelta 40 Alonso le estaba recortando tiempo giro tras giro a un Max que sufría con las gomas duras, con menos agarre. Alonso estuvo a 5 segundos y rebajó esa diferencia hasta los 4.7″. Pero entonces, Lewis Hamilton, que estaba a unos 4″ de Fernando, lanzó su ataque entrando a boxes en busca de un ‘undercut’.
Aston Martin debía tomar una decisión: entrar en la siguiente vuelta para defenderse del ataque en boxes de Hamilton o alargar su parada como tenían previsto para atacar a Max. La primera opción era mucho más segura. La segunda podía hacerle perder loa segunda plaza. Optaron por defenderse de Hamilton. Eso lo cambió todo porque hizo ir a Fernando Alonso con una peor estrategia de gomas, que es el siguiente punto de análisis.
De no haber tenido que luchar con Hamilton, Alonso podía haber alargado su stint para intentar poner en aprietos a Max Verstappen, para presionarle. Y Alonso podría haber terminado la carrera con el neumático blando, al ataque. No pudo hacerlo.
No tenía otro neumático medio nuevo
Cuando Fernando Alonso entró a boxes para defenderse del ataque de Hamilton, había un problema. El neumático más veloz en pista era el medio. Verstappen y Hamilton tenían un juego de gomas medias nuevas, pero Alonso, no. Fernando tuvo que verse obligado a salir a pista con el neumático duro. Así, pasó de recortarle distancia a Verstappen cuando ambos llevaban el duro, a estar en desventaja de goma ante Max y Hamilton, ambos con el medio mientras Alonso terminaba la cita con el duro. Tuvo que emplearse a fondo para defender su segunda posición, ya sin opciones de atacar a Max.
Un supuesto problema con el sistema de combustible
En la vuelta 48, Fernando Alonso revelaba por radio que el equipo le había pedido reservar gasolina, perdiendo así décimas clave por vuelta que le impedían seguir atacando a Max Verstappen. Era ya tras su segunda parada, con peor neumático que Max. Ello le impidió seguir intentando achuchar al campeón.
Fernando Alonso se vio obligado a aplicar la técnica del ‘lift and coast’ para reservar gasolina. “Decidme cuando lo del ‘lift and coast’ está ok. Quiero parar de hacerlo”, le dijo a su ingeniero el asturiano. “Sí, lo haremos, pero por favor, sigue haciéndolo”, le respondieron desde el muro. “Quiero ganar la carrera, colega”, decía Fernando cuando estaba a 5 segundos de Max.
Sin embargo, Mike Krack, Team Principal de Aston Martin, reveló que todo pudo ser una falsa alarma: “Pensamos que teníamos un pequeño problema en el sistema de combustible y queríamos asegurar, no arriesgar. Quizás fuera una falsa alarma pero no podíamos arriesgar”. Esa falsa alarma obligó a Alonso a frenarse. Pudo apretar al final de nuevo para defender su segunda posición ante el ritmo de Hamilton, que iba con mejor goma.
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