Joe Biden, presidente de EE UU, durante una conferencia de prensa este miércoles en Chicago.ALEX WROBLEWSKI (EFE)
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, bromea cada vez más sobre su edad. Hace chistes y le quita importancia al hecho de que tiene 80 años y de que, si sale reelegido en 2024, podría acabar un hipotético segundo mandato con 86 años. Sin embargo, pese a las bromas, con cierta frecuencia le falla el cuerpo y, a veces, la cabeza. Este miércoles tuvo uno de sus habituales lapsus al sostener que Vladímir Putin está perdiendo “la guerra de Irak”. Horas después, la Casa Blanca confirmó, tras una información de Bloomberg, que el presidente está usando una máquina para respirar mejor por las noches.
Según la información oficial, Biden ha empezado a utilizar una máquina de presión positiva continua en las vías respiratorias, o CPAP, para tratar una apnea del sueño que padece desde hace tiempo. Cuando Biden, de 80 años, ha salido de la Casa Blanca este miércoles para pronunciar un discurso sobre la economía en Chicago, se le veían en la cara marcas del aparato de CPAP, según ha publicado dicha agencia.
Para alguien que no conozca esas marcas no es tan sencillo distinguirlas, pero marcas similares podían verse en el rostro de Biden el lunes durante un acto en la Casa Blanca en el que se detallaron los planes para repartir casi 42.500 millones de dólares para construir redes de internet de alta velocidad. Fue la misma comparecencia en la que Biden se manifestó por primera vez sobre la revuelta de los mercenarios de Wagner en Rusia. Ningún medio señaló entonces esas marcas, pero al observar las imágenes de los primeros planos, sí que se aprecian.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, al llegar este miércoles al aeropuerto internacional O’Hare de Chigago (Illinois)Evan Vucci (AP)
“Desde 2008, el Presidente ha revelado su historial de apnea del sueño en minuciosos informes médicos. Anoche utilizó una máquina CPAP, lo que es habitual en personas con ese historial”, ha dicho el portavoz de la Casa Blanca, Andrew Bates, en un comunicado después de que Bloomberg informara del uso del dispositivo por parte del presidente.
La apnea del sueño afecta a más de 30 millones de estadounidenses. Biden ya reveló sus problemas con la misma por primera vez en 2008, cuando fue designado por Barack Obama como candidato a la vicepresidencia en las elecciones presidenciales a las que él concurría.
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El tratamiento con CPAP ayuda a mejorar la calidad del sueño y a reducir los ronquidos al mantener abiertas las vías respiratorias mientras los usuarios duermen, según los Institutos Nacionales de la Salud. La apnea del sueño es una afección frecuente en la que las vías respiratorias se obstruyen durante la noche, lo que puede reducir el flujo de aire. Los dispositivos faciales, que pueden tener varias correas, suelen llevarse puestos mientras los usuarios duermen.
Joe Biden, en una comparecencia del lunes en la que se le aprecian las marcas del CPAP en la cara.
KEN CEDENO / POOL (EFE)
Biden ha optado por bromear una y otra vez sobre su edad como una forma de restarle importancia. En un acto en abril pasado con el presidente de Corea del Sur dijo que ni siquiera se le queda grabada la edad que tiene. Días después, con los niños en la Casa Blanca le preguntaron por qué quiso ser presidente: “Bueno, ya sabes, cuando era más joven, hace 120 años…”, dijo provocando risas de los asistentes. “Mi hermana era tres años más joven que yo. Ahora es 20 años más joven que yo”, bromeó de nuevo, aunque a la vez le traicionó la memoria y fue incapaz de recordar a todos sus nietos. Al día siguiente, en un acto con militares, volvió a la carga: “Hace unos 65 años, durante el discurso a la primera promoción de la Academia de las Fuerzas Aéreas, el Presidente Eisenhower —yo no estaba allí, no importa lo que diga la prensa—…
Y siguió por esa línea en la cena de corresponsales de la Casa Blanca. “Se podría pensar que no me gusta Rupert Murdoch. Eso no es cierto. ¿Cómo puede no gustarme un tipo que me hace parecer Harry Styles [el cantante británico de 29 años]?”. El magnate de los medios de comunicación cumplió 92 años el 11 de marzo. “Creo en la Primera Enmienda. No solo porque la escribió mi buen amigo Jimmy Madison”, dijo también, en referencia a la enmienda constitucional que consagra la libertad de expresión, escrita en 1791 por James Madison, uno de los padres fundadores de Estados Unidos.
En todo caso, para tener 80 años, Biden está en forma. No fuma, no bebe, hace ejercicio y, obviamente, se mantiene activo en el trabajo. El último parte médico, firmado por Kevin O’Connor, el médico del presidente, tras un reconocimiento rutinario al que se sometió en febrero en un clínica militar de Maryland, decía: “El presidente Biden sigue siendo un hombre sano y vigoroso de 80 años, apto para desempeñar con éxito las funciones de la presidencia, incluidas las de jefe del Ejecutivo, jefe de Estado y comandante en jefe”.
En el informe, el médico también subrayaba que Biden pasó mucho tiempo al sol en su juventud y que se somete a revisión de posibles síntomas de cáncer de piel. El informe señalaba que se le había practicado una biopsia de una pequeña lesión extirpada del pecho para su análisis, que posteriormente dio positivo.
Pese a que Biden intenta restarle importancia a la edad, es algo que preocupa a los votantes y en lo que Trump, pese a tener él mismo 76 años, insiste una y otra vez. El expresidente publica vídeos de Biden balbuceando o tropezando como parte del espectáculo político con el que recorre el páis dando mítines y otras charlas.
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