Wembanyama irrumpió en la NBA antes de que lo hiciera Wembanyama.
A principios de temporada, la mejor liga del mundo asistía deslumbrada a la eclosión de Bol Bol, visto por muchos como el ‘doble’ del número 1 del draft o un anticipo por su llamativa combinación de tamaño (2,18), cualidades atléticas y habilidades y su ‘background’ de divo, hijo del mítico Manute Bol, no tan gigantesco como su padre pero tan completo como no lo fue su progenitor.
Tras unos tres primeros tres años en la liga martirizado por las lesiones en los Denver Nuggets, el pívot mostraba todo lo que tenía con los Orlando Magic. Pero en la NBA poco es para mucho tiempo y la franquicia de Florida lo cortó ayer tal y como anunció en un comunicado. De codiciado y admirado objeto de deseo a despedido por unos Magic en la clase media-baja del Este pero con expectativas de crecer con Paolo Banchero sin ir más lejos.
La inconsistencia apagó los destellos de Bol Bol, cuya caída coincidió con el inicio de año entre una lesión y el regreso de Wendell Carter Jr. como pívot al lado de Banchero. El hijo de Manute perdió la titularidad, cada vez más minutos -quedándose por debajo de los 20 cuando había llegado a jugar más de 30-, y cada vez más confianza, sin jugar en 7 de los últimos 10 partidos y sólo volviendo a la rotación cuando los Magic ya no tenían ninguna opción de playoffs ni de ‘play-in’.
El pívot, todavía joven a sus 23 años, acabó con unos buenos números de 9 puntos, 5,8 rebotes y 1 asistencia, con un 54,6% en tiros de campo y un 26,5% en triples 21,5 minutos. Y, lo más importante, jugando hasta 70 partidos, más en un año que en las tres campañas anteriores juntas -53-, para dar una idea de lo que pasó con unos problemas físicos que ya arrastraba desde College.
Con sus condiciones y su notable mejora a nivel físico, a Bol Bol no le debería resultar complicado encontrar equipo rápido y, de hecho, tras él estarían los Phoenix Suns y los Dallas Mavericks según desveló Jake Fischer de Yahoo.
El hijo de Manute podría convertirse en el pívot ideal que tanto echaron de menos Luka Doncic y Kyrie Irving la última temporada. Podría ser muy divertido verles jugar al lado de lo más parecido a Victor Wembanyama.