De todos es sabido la pasión de Asier Illarramendi por el ciclismo. El ya exjugador de la Real no se ha querido perder una de las etapas más señaladas del Tour de Francia y se ha acercado hasta una de las subidas míticas de la ronda gala, como es la del Tourmalet. Varias horas antes de que Vingegaard, Pogaçar, Wout Van Aert y compañía , el mutrikuarra ha hecho el mismo recorrido rodeado de tres amigos, dos de los cuales militaron en las categorías inferiores de la Real como Jagoba Behobide o Aitor Aldalur. Illarramendi, junto a sus compañeros de grupeta, ha posado al lado del ‘Gigante del Tourmalet’, el monumento de los ciclistas, el número uno, por muchos motivos, por lo que representa, por su belleza, por lo que cuesta llegar hasta él y poder tocarlo y decir “yo estuve allí”, el ciclista plateado.