Fernando Alonso no vivió el domingo uno de sus días más felices de lo que llevamos de temporada. El piloto asturiano quedó lejos del podio en un GP de Austria en el que vivió un malentendido con su ingeniero de pista en una de las paradas a boxes.
“Virtual Safety Car. Sigue en pista” le comunicaron en primera instancia, una indicación que no pareció ser del agrado de Alonso. “¿Seguro?” fue su respuesta.
Como el asturiano esperaba, el equipo reaccionó, pero ya era demasiado tarde y el bicampeón del mundo no pudo entrar ya en esa vuelta, teniendo que esperar a la siguiente. Cuando ya había entrado, nuevo cambio de planes. “Mantente fuera. Has entrado. Vale, vale, no importa“, apuntaba su ingeniero.
La segunda parada de Alonso, en la vuelta 44, también fue accidentada. “Box, box, para neumáticos medios” le comunicaron cuando ya había rebasado la entrada al pit line. “¡No me puedes avisar tan tarde, colega!” lamentó el piloto, que tuvo que esperar hasta la siguiente vuelta para entrar.
Tampoco estuvieron en Aston Martin muy acertados a la hora de elegir neumáticos. “¿Qué compuesto te gustaría poner?” le preguntó el ingeniero a Fernando, que respondió: “No lo tengo claro. Podemos obtener más información de otros coches“.
Alonso tiró de experiencia y le pidió calma por radio. “Mantengamos la calma. Es una carrera muy larga“, advertía un Alonso que acabó finalmente por delante de Lewis Hamilton pero no pudo batir al McLaren de Norris.