“No sé qué decir. Es increíble. Mi primera victoria en la F1 150 carreras después, con Ferrari, en Silverstone… no se puede pedir más. Es un día muy especial que nunca olvidaré y un fin de semana muy especial en general. Gracias a todo el mundo por el apoyo, por los vítores. Lewis estaba ahí, pero hemos conseguido mantenerlo a raya y estoy enormemente contento”. Esto fue lo que dijo hace poco más de un año, el pasado 3 de julio de 2022, un Carlos Sainz totalmente fuera de sí. Por fin, había cumplido uno de los grandes objetivos de su vida: ganar una carrera de Fórmula 1.
Fue en Silverstone, en el GP de Gran Bretaña de F1 de 2022, un día que marcó un antes y un después en la vida del madrileño y que entró dentro de la historia de la F1 por dos motivos. En primer lugar, por ver de nuevo a un español en lo más alto del podio de la F1 9 años después de la última victoria de Fernando Alonso, logrando el triunfo número 33 de España en la Fórmula 1. Y por supuesto, por una frase que quedará para siempre en el recuerdo de los aficionados al ‘Gran Circo’ y que fue crucial para que Sainz lograra aquel triunfo: la del famoso ‘Stop inventing’.
Sainz se convirtió en ganador de un Gran Premio de F1 por delante de ‘Checo’ Pérez y Lewis Hamilton en una jornada en la que uno de los grandes favoritos, Max Verstappen, sufrió problemas en su coche.
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Pole y triunfo en Gran Bretaña
La carrera ganada por Carlos Sainz llegó el día después de que el madrileño conquistara también la primera pole de su carrera. Fue un fin de semana redondo para Carlos, quien siguió creciendo durante el año con dos poles más, un notorio crecimiento de su confianza con un coce de 2022 que era contrario a su pilotaje de inicio y tres podios más hasta el final de curso. No pudo lograr ningún triunfo más hasta la fecha, pero no hay que quedarse con ese dato e ir más allá: no ha tenido opciones de ganar porque desde poco después Red Bull dio un enorme paso al frente que le ha hecho dominar a placer hasta día de hoy.
Una carrera llena de lecciones y ejemplos a seguir
Lo ocurrido en Silverstone 2022 fue un ejemplo para muchos. Una carrera llena de lecciones. La primera fue que nunca hay que rendirse y que hay que pelear hasta el final. Ejemplo de ello fue lo mucho que apretó Carlos Sainz cuando parecía tenerlo todo perdido con el único objetivo de no descolgarse por si pasaba algo. Y pasó.
“Tuve problemas con el equilibrio, especialmente en la primera tanda con el neumático medio. Max me ha empujado en esas curvas de alta velocidad”, dijo Carlos respecto a un error que cometió al inicio al irse largo ante la presión de un Verstappen que después decía adiós al triunfo por un contratiempo en su monoplaza. Entonces, siguió insitiendo, creyendo que seguía siendo posible por muy difícil que pareciera: “apreté lo que pude y me mantuve en la carrera”, dijo sobre un momento en el que vio que Leclerc se escapaba. “Luego salió el coche de seguridad y me dio esa segunda oportunidad y lo hicimos. Te puedes imaginar los nervios con esa salida después del ‘Safety Car’, haciéndolo y consiguiendo la victoria”, finalizó aquel día ante las preguntas a pie de pista de Button como nuevo ganador en la F1.
La segunda lección que dejó aquella carrera es que con talento, trabajo y constancia todo acaba llegando. Carlos sufrió pero no se hundió y peleó muchísimo en un inicio de campaña complicado para adaptarse a un coche con el que no se sentía cómodo mientras su compañero peleaba todos los fines de semana por poles y triunfos.
Lejos de hundirse, Carlos optó por mantener la cabeza fría y trabajar, trabajar y trabajar con el único objetivo de hablar en pista, sin responder jamás al hecho de que parte de la prensa italiana viera a Leclerc como líder y acusara a Carlos de quitarle el triunfo a Charles por su negativa a seguir la estrategia que le mercó Ferrari en el muro en Mónaco. La de Mónaco 2022 fue una enorme demostración de carácter y raza que dejaba claro, una vez más, que Sainz lee mejor que Charles las carreras desde el coche y logra escoger mejores soluciones estratégicas mientras conduce, otro punto clave para un piloto de F1, un trabajo en el que no todo es pilotar rápido.
Aquella vez, en Mónaco, a Carlos se le escapó el triunfo por culpa de un doblado. Aún le seguía faltando lo más importante para que en Italia también le tuvieran en cuenta. Con lo de Silverstone, aquellos que le reprochaban falta de carácter o de instinto asesino debieron cambiar de discurso, pese a que por desgracia, algunos volvieron a entonarlo en este tiempo. Aquel día, “Sainz estaba en el área, listo para rematar tras la aparición del ‘Safety Car’, y la metió por la escuadra”, como recitó la crónica de Mundo Deportivo del 3 de julio de 2022 (4 de julio en edición papel).
“Stop inventing”
Habían pasado tres cuartos de carrera y parecía todo perdido para Sainz. Parecía casi imposible que pudiera lograr el triunfo después de tener que dejar pasar a Charles Leclerc porque su compañero tenía más ritmo. Pero ahí ocurrió aquello que Sainz anhelaba, cruzando los dedos mientras peleaba para no descolgarse de la carrera: Un problema en el coche de Esteban Ocon originaba un ‘Safety Car’ en la vuelta 39.
Ahí, llegó una estrategia polémica de Ferrari. Decidieron parar a Sainz para defenderse de Hamilton para afrontar los últimos giros de la carrera con goma nueva. A Leclerc, que lideraba, no lo metieron en boxes para no perder esa primera posición. Charles tenía una goma dura con 15 giros de uso. Sainz y Hamilton, goma nueva para ir al ataque. A Carlos le pidieron entonces por radio que dejara “10 coches de distancia” entre él y Charles para darle una ventaja al monegasco frente a un Hamilton que llegaba encendido. Fue entonces cuando Carlos paró los pies a su equipo y dio su mayor puñetazo sobre la mesa: “¡Stop inventing! (dejad de inventar)”, exclamó por radio. Carlos sabía que si hacía caso, Hamilton le pasaría y luego iría a por Leclerc.
Carlos los puso firmes a todos. “Será mucho más rápido que Charles”, comentaba sobre el peligro que podía ser Hamilton para el triunfo ferrarista. Sainz dejaba claro que debía atacar a su compañero por mucho que el equipo le dijera que se alejara. Y fue a por ello. Sainz se pegó a Leclerc, lo pasó y una lucha entre Charles, Hamilton y Pérez le daban aún más alas al español, quien ya no soltaría el liderato. Logró su primer triunfo en la F1. Ahora, un año después, persigue el segundo. No será fácil. Ha cambiado lo más importante: Ferrari ya no tiene un coche dominador y Red Bull es muchísimo más fuerte que entonces.