La remontada de Gaizka Garitano se ha quedado sin sabor épico. Del infierno a Europa, pudo ser su título; pero no. La tropa rojiblanca ha llegado sin fuerzas a la orilla. A unos metros de tierra, la resaca le dejó sin acceso a la playa.
El final de Liga se hizo largo, sobre todo fuera de casa. En Sevilla, el nadador rojiblanco buscó con la mirada baja, humilde, un rescate; aunque fuera, un simple salvavidas, en forma de empate a cero pactado, pero el ‘biscotto’ resultó envenenado. Qué más da lo que haga el rival si tú mismo te metes los dos goles.
La machada del conjunto bilbaíno se quedó sin premio final, más allá de haber asistido sin desfibrilador a la conclusión liguera y al reparto de los descensos. La película fue entretenida, con un guion emotivo, pero el final desmerece. El Sánchez Pizjuán dio cobijo a un partido desastroso.
El despliegue futbolístico fue paupérrimo por ambos contendientes. Pareció un choque en el que un empate salvaba a dos equipos del descenso.
Suceso paranormal
Un espectador neutral hubiera apostado en el minuto 40 su propio brazo a que el marcador no se movía ni tras media docena de prórrogas. Para que hubiera un vencedor tenía que ocurrir un suceso paranormal, y lo hubo. Cómo no, en contra de los bilbaínos.
Dani García
hizo el remate de su vida, pero contra
Herrerín
. Y
Ben Yedder
no pudo simular un infarto.
Lo del minuto 90, ya entra en los diez más vistos de ‘poltergeist’. Y así nos despedimos de los papeles europeos. Segundo año consecutivo sin visado. continental. Triste final, en cualquier caso, a una larga remontada del Athletic.
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