Será verdad eso que dicen que en la cancha se olvidan todo y tampoco hay amigos, familia, ni sentimientos. Aunque estadounidense de nacimiento, corre sangre italiana por las venas de Paolo Banchero pues su padre es de Italia. Pero él, a punto de medirse a su segundo país en los cuartos de final del Mundial, ni fu ni fa.
-¿Tiene algún mensaje para los fans italianos? -, le preguntó un periodista de Eurohoops al interior en el entrenamiento previo al Estados Unidos – Italia de hoy (14:40).
-No-, contestó Banchero. Así de parco, así de seco, así de frío.
El número 1 del draft de 2022 ya se ha ganado del todo la antipatía del país de la bota, donde todo se vive con extrema pasión, donde se le considera un traidor según insinuó el presidente de la Federación Italiana, Gianni Petrucci. Así lo definió el dirigente en junio en una entrevista a La Gazzetta dello Sport después de que la estrella de Orlando Magic decidiera representar Estados Unidos en detrimento de Italia después de más de algún que otro guiño.
“Traición, especialmente en baloncesto, es una palabra fuerte”, dijo Petrucci. “Situaciones como esta ocurren y, personalmente, estoy acostumbrado a ello. Pero él nos engañó. Planeábamos una gran estrategia comercial con él”, explicó en declaraciones recogidas por The Athletic el máximo responsable del baloncesto en una Italia deseosa de un ídolo nacional en la NBA como lo fue Andrea Bargnani o Marco Belinelli, único italiano en ganar la mejor liga del mundo con los Spurs en 2014, siendo Danilo Gallinari y Simone Fontecchio los dos representantes.
“Su decisión es legítima, pero nos tendría que haber llamado, lo supimos por la prensa”, lamentó también Gianni Petrucci.
Tenía razón, por lo menos para su enfado, el dirigente italiano, que aseguró además que el interior no se presentó a una última reunión en la que iban a cerrar el asunto. Antes del draft de 2022 Banchero afirmó que quería jugar para Italia y, además, se hizo fotos con la bandera del país en el Media Day de los Magic el año pasado. En los medios italianos se reflejó también el malestar general por la decisión del ‘Rookie del Año’.
En el inicio del ‘training camp’ del Team USA, Paolo Banchero, de 20 años, defendió su decisión:
“Fue una decisión dura, pero la tenía que tomar y pienso que mostré respeto para ambas partes. Fue un largo proceso y decidí eso porque es donde quiero estar. Mi madre jugó para Estados Unidos, así que siempre fue mi sueño”, dijo a The Athletic la estrella de los Magic en declaraciones que recoge Basketnews refiriéndose a su madre, Rhonda Smith, jugadora de la selección americana en los 90.
“Jugar con Italia era la manera perfecta de saber más y acercarme a mi herencia italiana”
La cercanía del director técnico del Team USA, Grant Hill, con Banchero y su agente desde su etapa de High School fue un factor clave también en la decisión del ala-pívot, que, eso sí, dejó caer que de no haber estallado la pandemia -con las consiguientes restricciones para viajar-, podría haber elegido Italia, a la que estuvo considerando representar en su adolescencia.
“Hubo un tiempo en mi vida en el que sentí que no podía dejar pasar esa oportunidad porque el lado de la familia de mi padre es italiano. Así que sentí que era la manera perfecta de saber más y acercarme a mi herencia italiana. Pero el Covid me quitó la oportunidad de jugar, y eso me hace pensar siempre sobre cómo de distinta habría sido mi vida si el Covid nunca hubiera ocurrido”, explicó a Tim Reynolds Banchero.
“Las circunstancias cambian”
“Pero no pude jugar, fui a Duke, tuve un gran año, fui el número 1 del draft y, ya sabes, las circunstancias cambian”, agregó el ala-pívot.
El interior de los Magic no está teniendo especialmente un Mundial prolífico en su estreno con el Team USA. Sus números son buenos con de 10,2 puntos, 3,4 rebotes, 1,2 asistencias y 11 de valoración en 15 minutos con un 64% en tiros de campo y un 50% en triples pero, desde sus 21 tantos ante Nueva Zelanda en el debut, ha ido bajando sus prestaciones sin llegar a los dobles dígitos.
Italia, a la par que deseando meterse entre los 4 mejores de un Mundial 45 años después, espera a Paolo Banchero.