Eusebio Sacristán se ha despedido este martes de Girona en una rueda de prensa en la que ha salido acompañado del presidente Delfí
Geli y el secretario técnico Quique Cárcel, además del capitán Àlex
Granell, que también quiso estar presente en la despedida.
“Todos queríamos conseguir la permanencia. Eusebio el primero y por ello le deseamos todo lo mejor en el futuro”, señaló Geli. El siguiente en tomar la palabra fue Cárcel, que sin tapujos reconoció que “el gran responsable de esta situación he sido yo. El míster ha hecho todo lo que ha estado siempre en sus manos, tan solo puede expresar palabras de agradecimiento y confianza”.
Por otro lado, explicó que no tomó la decisión de reemplazarlo durante la temporada por “la persona que era, lo ha dado todo y nos hemos quedado cerca del objetivo”.
Por último, quien tomó el tercer turno de palabra y definitiva fue el propio Eusebio, que de primeras confesó que “Es un momento muy triste para mí. Siempre confíe en que podíamos lograr el objetivo y por eso no puse mi cargo a disposición del club”.
“Me he encontrado con un club fantástico y en el que todo el mundo tiene un compromiso total. Me da muchísima rabia la situación porqué creo que el Girona se merece lo mejor y lo mejor es regresar a la élite”, indicó.
Sobre algunos de los motivos por los que finalmente no se ha logrado la salvación, el de La Seca aclaró que “ha habido unas jornadas determinantes en las que teníamos miedo a poder perder todo lo que habíamos conseguido y puede que esto haya sido clave”.
Finalmente, Eusebio acordó con el club perdonar su último año de contrato, un gesto que le honra, como mínimo, como persona. “Solo puedo dar las gracias a todos los que han estado con nosotros todo este tiempo. La plantilla confió en mí desde el primer momento y lo ha seguido haciendo pese a acabar de esta forma. Entendí que esto era lo mejor para las dos partes, ha sido fácil”, concluyó visiblemente emocionado.
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