Un paso más en la carrera de Asier Villalibre. Renovado hasta 2023. Las dudas sobre su futuro, terminaba contrato en junio, han quedado resueltas a golpe de firma. El pichichi de la presente temporada en Segunda B con 23 goles busca ahora dar el salto definitivo y asentarse en la primera plantilla del Athletic a partir del próximo verano.
Villalibre se encuentra “muy contento y muy agradecido al club por esta oportunidad”. Ganada a pulso a base de goles con el Bilbao Athletic. “También estoy contento conmigo mismo porque si logro una renovación es porque he hecho las cosas bien este último año”, señaló el gernikarra en declaraciones recogidas por el conjunto rojiblanco. Villalibre admitió estar “con ilusión” de que arranque el siguiente proyecto y ponerse a las órdenes de Garitano.
El delantero dio un paso atrás hace un año con la intención de tomar impulso. Las cesiones de la pasada campaña al Valladolid y al Lorca no salieron todo lo bien que cabría esperar. Aunque Villalibre extrajo conclusiones para que redundaran de manera positiva en su futuro. “Puedes pensar, viéndolo desde fuera, que no ha jugado, que no tuvo muchos minutos… parece que pierdes un año, pero futbolísticamente también aprendí porque estuve rodeado de buenos jugadores”, señaló el ariete.
Unas experiencias que le fortalecieron a nivel mental: “Psicológicamente me endurecí mucho. Vi que tengo que ir a lo mío, valorarme más a mí mismo. Y vi que lo que hay aquí no lo hay en ningún lado”. Toda una evolución en un futbolista que aún tiene 21 años. “Lo que más he cambiado es psicológicamente. El último año me ha cambiado mucho, he madurado bastante”, apuntó Villalibre, que también miró al verde y señaló que uno de los aspectos en los que debe mejorar es en “la movilidad” a la hora de atacar.
Hay que tener paciencia porque somos jóvenes. Es importante la ayuda de la familia y de los amigos, y también tener confianza en uno mismo
El punta tomó “con mucha naturalidad” la determinación de bajar de nuevo al Bilbao Athletic: “Lo pensé mucho con mi familia y nos decidimos por querer jugar. Todavía soy joven y lo más importante es jugar y pasarlo bien”. El plan ha salido a la perfección. Villalibre reconoció que fue “una buena decisión” en todos los niveles: “Ha sido un buen año, con muchos minutos y con la suerte de haber metido muchos goles”.
Los focos llevan apuntando a Villalibre como futuro del gol en el Athletic durante mucho tiempo. ¿Siente exigencia sobre sus hombros? “Cuando eres joven no es fácil llevar esa presión. Yo he tenido mucha ayuda en mi familia y me ha ayudado mucho. Desde pequeño, cuando dicen ‘este puede llegar’ o cuando haces un partido malo y te dicen ‘este ya no sirve’… es todo muy precipitado”, explicó el de Gernika. Las prisas no son buenas consejeras: “Hay que tener paciencia porque somos jóvenes. Es importante la ayuda de la familia y de los amigos, y también tener confianza en uno mismo”.
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