La Diócesis de San Cristóbal de las Casas propuso seis puntos para la pacificación de Chiapas.
La iniciativa llega tras el asesinato del padre Marcelo Pérez Pérez, párroco de la iglesia “Nuestra Señora de Guadalupe”, ultimado por dos personas armadas el sábado 20 de octubre pasado.
A través de la Conferencia del Episcopado Mexicano y de la Provincia de Chiapas, la iglesia católica emitió un comunicado con las seis demandas dirigidas a las autoridades de los tres niveles de gobierno.
La primera demanda, es que se realice “una investigación exhaustiva y transparente que conduzca al esclarecimiento del asesinato del padre Marcelo Pérez,” para llegar a los “verdaderos autores intelectuales y materiales del crimen.”
Foto: Raúl Vera
La Iglesia destaca la importancia de evitar “acusaciones ligeras que puedan evadir la presión social” , lo que indica la desconfianza hacia posibles intentos de encubrimiento.
Además, se solicita que se implementen “medidas efectivas” para garantizar la seguridad de los sacerdotes y agentes pastorales que dedican su vida al servicio de los más necesitados, especialmente en zonas de alto riesgo.
Esto, ante el creciente temor entre los líderes religiosos que trabajan en comunidades vulnerables y expuestas a la violencia.
El tercer punto es un llamado a “redoblar los esfuerzos para combatir la violencia y la impunidad” que afectan a la región de Chiapas y al país en general.
La Iglesia menciona que es imperativo poner un alto total a la violencia que ha desbordado la región, la cual atribuyen a “la impunidad, la complicidad, la corrupción, la negación y la minimización de los actos violentos que ocurren día a día en comunidades como Chicomuselo, Frontera Comalapa y Pantelhó”.
La Diócesis también demanda “un desarme, desmantelamiento y desarticulación inmediata de los grupos criminales que operan en Chiapas” , así como de sus redes aliadas a nivel nacional e internacional, que están interesadas en el despojo y control territorial.
La urgencia de esta demanda, resalta el comunicado, la necesidad de acciones contundentes para restaurar la paz y la seguridad en la región.
Finalmente, la Iglesia exige el “cese de la criminalización y persecución de sacerdotes, misioneros y defensores de derechos humanos” , quienes están comprometidos con la paz, la justicia y la dignidad en su servicio pastoral, tanto dentro como fuera de la Diócesis de San Cristóbal de las Casas.
Foto: Archivo Cuartoscuro
Finalmente, la Diócesis ofreció una biografía breve sobre el sacerdote Marcelo Pérez, y apuntó que éste nació el 17 de enero de 1974 en el paraje Chichelalhó, Chiapas, y fue un destacado defensor de derechos humanos y de la Madre Tierra.
“Ingresó al Seminario de Santa María de Guadalupe de la Arquidiócesis de Tuxtla Gutiérrez en 1990, fue ordenado diácono el 6 de octubre de 2001 y sacerdote el 6 de abril de 2002.”
A lo largo de su trayectoria, se desempeñó como coordinador de la Pastoral Social Diocesana y participó activamente en procesos de mediación, buscando justicia y paz, especialmente en Simojovel, Pantelhó y San Cristóbal de Las Casas.
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