El luchador de artes marciales mixtas irlandés, Conor McGregor, deberá indemnizar con 248 mil 603 euros a la mujer que le acusó de violación, según decidió este viernes un jurado compuesto por ocho mujeres y cuatro hombres en el Tribunal Superior de Dublín.
Con este veredicto, el jurado ratificó la versión de Nikita Hands, de 35 años, en la demanda civil presentada contra McGregor y James Lawrence, amigo de la estrella de las artes marciales mixtas y quien ha resultado exculpado del incidente ocurrido en un hotel de Dublín en diciembre de 2018.
Al ser de carácter civil, el ex campeón de dos categorías de la UFC no cumplirá tiempo en prisión, al menos no con la información compartida de momento.
Los representantes legales de la demandante habían pedido como indemnización 750 mil euros para realojar a su clienta, quien dejó la casa que había comprado con su entonces pareja tras la agresión, así como un millón de euros por la pérdida de ingresos tras abandonar su trabajo en el salón de belleza por motivos de salud mental.
A la salida del tribunal, Hands leyó un comunicado en el que aseguró que su victoria sirve como ejemplo para “cada niño y niña” de que “puedes defenderte sin importar quién sea la persona, y que se hará justicia”.
Asimismo, instó a “todas las víctimas de agresión sexual” a que denuncien sin importar “cuánto miedo puedan tener”.
Por su parte, al conocer la sentencia, McGregor aseguró en X que recurrirá la decisión del Tribunal Superior de Dublín, puesto que la instrucción del juez y la indemnización fue por “agresión” y no por “daños agravados y ejemplares” y confesó que le decepcionaba que “el jurado no escuchara todas las pruebas que revisó la Fiscalía”.
“Ahora estoy con mi familia, centrado en mi futuro”, escribió el luchador, que acompañado en la sala por su pareja -Dee Devlin-, su madre -Margaret- y su hermana, entre otros familiares, sacudió la cabeza en señal de rechazo, después de asegurar durante el juicio que mantuvo con Hands relaciones sexuales consentidas.
El juez Alexander Owens explicó que la indemnización aborda los “daños generales y especiales”, que incluyen gastos médicos, que ha sufrido Hands por la agresión sexual, si bien no contempla “daños ejemplarizantes ni agravados”, lo que hubiese elevado la cuantía.
La defensa de Hands presentó durante el juicio testimonios médicos que confirmaron que ésta presentaba moratones y lesiones internas, mientras que otro profesional sanitario relevó que tuvo que retirar con fórceps un tampón debido a que se encontraba en un lugar profundo de la vagina.
Hands, quien escuchó el veredicto entre lágrimas y abrazada por su actual pareja, declaró que fue ‘The Notorious‘ quien le propuso relaciones sexuales pero que se negó, por lo que trató de inmovilizarla en la cama en hasta en tres ocasiones hasta conseguirlo.
Los abogados de McGregor recurrieron a las imágenes de seguridad del hotel para argumentar que demuestran que la denunciante presentaba una “actitud festiva” en todo momento, una versión que refrendó la testigo Danielle Kealy, la amiga que acompañó a Hands al lujoso ático del hotel donde ocurrieron los hechos.
La estrella de las artes marciales mixtas, de 36 años, insistió durante este proceso en su inocencia al subrayar que mantuvo sexo “consentido, vigoroso y enérgico”, pero “no duro” con Hands, a quien conocía desde hace años porque ambos son de la misma zona de Dublín y tenían amigos en común.
Ambos han reconocido asimismo que consumieron alcohol y cocaína durante las horas que duró la fiesta en el Beacon Hotel de la capital irlandesa.
Al tratarse de una causa civil, el jurado no se ha pronunciado sobre la culpabilidad o inocencia de los demandados, pero tras aceptar que la denunciante fue violada por McGregor, el juez ha impuesto una indemnización que la defensa del deportista ha descrito como un intento de extorsión.
En este sentido, los abogados de Hands han informado de que se han visto obligados a seguir la vía civil después de que la fiscalía rechazó presentar cargos al entender que no había perspectivas razonables de condena para McGregor y Lawrence.
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