SAN SALVADOR – Unos días en el poder le bastaron al nuevo presidente de El Salvador, Nayib Bukele, para llevar al Gobierno a la era de las redes sociales y sacudir la política del país vía Twitter, plataforma desde la que ordena obras y despidos de personas vinculadas con el anterior Ejecutivo.
Bukele, de 37 años de edad, convirtió así la reconocida plataforma en su despacho virtual y dejó atrás el silencio acostumbrado de su antecesor, Salvador Sánchez Cerén, en los espacios digitales, que él aprovecha incluso para dar órdenes a sus seguidores o autopromocionar su imagen al estilo más narcisista.
“Oficialmente soy el presidente más cool del mundo”, publicó Bukele, de la derechista Gran Alianza por la Unidad Nacional (GANA), junto al vídeo de un youtubero mexicano el 6 de julio.
Horas después, añadió: “se les ordena a todos darle like y así ser el presidente de Twitter”.
EL DESPACHO 2.0
La primera orden desde su despacho 2.0 fue sencilla, pero con ella corrigió la plana a los dos gobiernos anteriores en materia de derechos humanos y memoria histórica.
“Se ordena a la @FUERZARMADASV (Fuerza Armada de El Salvador) retirar de inmediato el nombre del coronel Domingo Monterrosa al cuartel de la Tercera Brigada de Infantería, en San Miguel (este)”, escribió Bukele en su cuenta de Twitter la noche del 1 de junio.
Monterrosa, asesinado en 1984 por la guerrilla, es señalado en el Informe de la Comisión de la Verdad de la ONU de 1993, que recoge las violaciones a derechos humanos durante la guerra civil (1980-1992), de liderar el comando elite que ejecutó a casi 1.000 campesinos en El Mozote (noreste) en 1981.
La exguerrilla del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) mantuvo el homenaje del Ejército a Monterrosa durante sus dos administraciones (2009-2019), pese a las peticiones de las víctimas de la guerra civil de retirarlo.
Después llegó la orden de destituir de la dirección de Protección Civil al exguerrillero Jorge Meléndez, quien es acusado de participar en el “magnicidio” del poeta Roque Dalton en 1975 y que el FMLN cobijó, según la familia del escritor, desde que llegó al poder.
Los trinos fueron compartidos y recibieron miles de “me gusta” de los internautas salvadoreños. El terremoto en Twitter apenas comenzaba.
LA ROPA SUCIA SE LAVA EN TWITTER
La investidura de Bukele materializó la ruptura del bipartidismo que el FMLN, que expulsó a Bukele en 2017, y la Alianza Republicana Nacionalista (Arena) mantuvieron por tres décadas en el Ejecutivo, pero el desgaste de ambas formaciones, principalmente de la izquierdista, no acabó ahí.
Sánchez Cerén, otrora comandante de la guerrilla del FMLN, acabó sus días como presidente como el peor evaluado de etapa democrática salvadoreña y su imagen se terminó de hundir con los señalamientos de “nepotismo” de Bukele.
Entre la noche del 4 junio y la tarde del día 5, Bukele soltó una ráfaga de publicaciones con las que ordenaba a sus ministros despedir del Gobierno a cuatro hijos y cuatro nietos del expresidente Sánchez Cerén, conocido durante la guerra civil (1980-1992) como comandante “Leonel”.
“Solo en salarios, su grupo familiar se llevó más de seis millones de dólares en su quinquenio. Solo en salarios”, subrayó Bukele tras referirse a Sánchez Cerén como “el (José) Mujica de El Salvador” y “el presidente honrado”.
Les siguieron los despidos de supuestos familiares de varios líderes del FMLN, diputados y exfuncionarios de alto rango.
“Un logro de nuestro Gobierno es que encontramos la ‘Fábrica de Empleos’. Lástima que la vamos a desmantelar”, sentenció el mandatario en referencia a una de las promesas que llevó al FMLN al poder.
En la campaña presidencial de 2009, una de las principales promesas del FMLN, con Mauricio Funes como candidato, fue la creación del programa “Fábrica de Empleos”, que incluía la implantación de oficinas para capacitar a jóvenes, ayudarles a obtener empleo o darles préstamos para crear empresas, pero estas oficinas no se crearon.
El escarnio se desató con el ruido y la furia característica de las redes sociales.
MENSAJES AMBIGUOS
Bukele agitó, en apenas una semana al frente del Ejecutivo, los temas de corrupción e impunidad a través de las redes, que fueron claves en su agenda durante la campaña, pero diversos sectores lo señalaron de llevar a cabo acciones contrarias a la lucha contra estas lacras.
De acuerdo con los periódicos locales El Faro y El Mundo, Bukele nombró en un importante puesto de la Presidencia a su “tío” Jorge Kattán.
En 2016, el Tribunal de Ética Gubernamental sancionó a Bukele, entonces alcalde de la capital, con una multa de 2.517 dólares por una acción similar al colocar a su hermano Yamil en un puesto de dirección.
Por otra parte, las organizaciones sociales y los sobrevivientes de la masacre de El Mozote se han mostrado preocupados por el nombramiento Ennio Rivera como viceministro de la Defensa.
Señalan que el uniformado se desempeñó como “apoderado legal” de 2 de los 18 militares procesados en una corte penal por la referida masacre.
Los críticos de Bukele, como el expresidente del FMLN Mauricio Funes (2009-2014), sostienen que este no ha comunicado por los medios tradicionales o por la red social acciones para enfrentar los “graves problemas del país”.
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