Jan Oblak, arquero del Atlético de Madrid, es muchas cosas. Es el mejor portero del mundo, sin duda alguna. Pero no se puede decir que sea el tipo más sonriente y extrovertido del mundo. Una curiosidad porque según su hermana Teja, de pequeño, era un torbellino que volvía locos a sus padres y que hablaba con todo el mundo.
El Oblak que ha visto la afición del Atlético de Madrid estos años es la de un auténtico hombre de hielo, una pose que le viene ni qué pintada para la labor que desempeña porque su posición demanda sobriedad.
Por eso, y porque en su país, Eslovenia, le conocen a la perfección, ha llamado la atención la nueva versión de ‘Oblak’, un tipo que sonríe y que ya no se esconde en un segundo plano a la hora de hablar con los medios de comunicación. El meta ya fue escogido como uno de los capitanes de la selección de su país y ha entendido que esa responsabilidad exige otro tipo de exposición al público, tanto de cara a lo que sucede en el interior del vestuario, como hacia fuera.
Cómo será que el diario deportiva ‘Ekipa’, el principal de su país, ha dedicado una información a esta nueva versión de Oblak. Por lo visto, durante el partido que su equipo perdió ante Austria, el meta estuvo encima de sus compañeros durante todo el partido, animando, corrigiendo, mucho más comunicativo de lo que es habitua en él.
Posteriormente, la televisión eslovena le preguntó sobre este asunto y el meta reconoció que tiene la intención de asumir más responsabilidad y exposición de cara al público y tener más ascendencia con sus compañeros.
Una cuestión que entronca con el hecho de que vaya a ser uno de lo capitanes del Atlético de Madrid la temporada que viene. Ahí, el meta tendrá que dar un paso al frente y hacer de enlace entre el vestuario y el club, entre sus compañeros y entre la plantilla y los medios de comunicación.
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