Este sábado se cumplen diez años de la multitudinaria manifestación del 15-J de 2009, a la que asistieron en torno a 60.000 personas por las calles del centro de Sevilla para protestar contra la gestión de Manuel Ruiz de Lopera al frente del Real Betis Balompié. La manifestación comenzó en la Plaza Virgen
de los Reyes, junto a la Catedral de Sevilla -donde este 15 de junio se casa el futbolista Sergio Ramos con la reportera, actriz y modelo Pilar Rubio– y transcurrió por la Avenida de la Constitución hasta la Plaza Nueva, donde se leyó un manifiesto pidiendo la marcha de Lopera.
Lopera aguantó una temporada más al frente del club, presidido por aquel entonces por José León y que había descendido unas semanas antes a Segunda, y al año, tras no lograr ascenderlo, vendió sus acciones al empresario navarro Luis Oliver, venta frustrada por las medidas cautelares impuestas por la jueza Mercedes Alaya y el posterior y farragoso procedimiento judicial que culminó en febrero de 2018 con la venta del 51,78% de sus acciones, que le permitían ostentar la mayoría y el control absoluto del club, que pasaron a manos de 5.733 nuevos accionistas, elevando a 13.349 el número total de propietarios de títulos del Real Betis Balompié. Hoy los accionistas minoritarios controlan más del 50% del accionariado del Real Betis, en el que desde la Junta de Accionistas del 23 de septiembre de 2015 gobiernan Ángel Haro y José Miguel López Catalán, que controlan un 10% del total de capital social cada uno.
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