‘Dare to shine’ –‘El momento de brillar’-. Ése es el lema que acompaña al Mundial de Francia. La frase se lee por todas partes, aunque bien podría ir acompañada por la de ‘El momento de reivindicarse’. Y es que las grandes estrellas han visto un escaparate único en este evento para hacer oír sus voces en favor de los derechos de las mujeres y la igualdad.
La ‘reina’ Marta Vieira, agrandaba el martes su leyenda al convertirse en la futbolista con más goles anotados en un Mundial, un total de 17, superando el récord de Miroslav Klose. La delantera de 33 años sabe que es un referente mediático, por ello no dudó ante Australia en liderar una protesta insólita: renunció a lucir una marca comercial en sus botas para exhibir en su lugar el símbolo de la igualdad, en color rosa y azul, como parte de la campaña ‘Go equal’. Marta señaló la parte exterior de su botín derecho durante la celebración de su gol. “Necesitamos respeto. En el deporte. En la vida. Y la hora de actuar es ahora”, escribió en Instagram.
El ‘no’ rotundo de Hegerberg
El de Marta es sólo uno de los gestos en este Mundial de las reivindicaciones. El más visible tuvo lugar antes del inicio del torneo, cuando la estrella Ada Hegerberg, la primera Balón de Oro de la historia, dio un rotundo ‘no’ por su respuesta a acudir al Mundial con Noruega al considerar que todavía no ofrece el mismo trato su Federación a los hombres y a las mujeres en cuanto a recursos, desplazamientos y condiciones de preparación. “El fútbol es el deporte más importante de Noruega para las niñas y lo ha sido durante años, pero las chicas no tienen las mismas oportunidades que los chicos”, denunció Hegerber
g. Y eso que el país nórdico es de los pocos que ha equiparado los salarios entre ambos combinados.
Desde Argentina, un país de larga tradición futbolera, se hacían eco de la gesta de su selección de lograr el billete hacia Francia, doce años después de su última participación, en medio de un huracán de protestas por la precariedad de su fútbol, que hasta hace pocos meses ni siquiera tenía una Liga profesional. Las jugadoras se plantaron ante la AFA. “Está saliendo la furia de la mujer, de la lucha, del trabajo. Algunas han tenido que pedir hasta licencia para venir a jugar el Mundial, no todas somos profesionales, así que eso habla un poquito de lo que es el fútbol en Argentina”, explicaba la centrocampista Míriam Mayorga.
Más sonora ha sido la voz de Alex Morgan, un auténtico fenómeno mediático con diez millones de seguidores. La jugadora lideró la demanda contra la Federación de Estados Unidos por cobrar un 38% de lo que reciben los hombres, pese a contar su selección con tres Mundiales y cuatro oros olímpicos. “En algún momento hay que plantarse”, apuntaba. Ha prometido que, si gana el título mundial, no acudirá a la invitación de la Casa Blanca.
Las ‘pelotas’ de Alemania
Otra potencia mundial de la talla de Alemania se presentaba en el torneo con un impactante spot. “¿Saben qué? ¡No tenemos pelotas, pero sabemos cómo usarlas!”. Las jugadoras hicieron un video dirigido a los aficionados alemanes para pedir un mayor seguimiento. Poseen un oro olímpico, dos Mundiales y ocho europeos. Sin embargo, “jugamos para una nación que ni siquiera conoce nuestros nombres. Por nuestro primer título nos dieron un juego de café…”, denunciaba Alexandra Popp, la máxima goleadora de Alemania. Por suerte, si en Francia logran su tercera corona mundial, las alemanas ya no recibirán una simple taza sino dinero, aunque en cantidad mucho menor que a sus compañeros: percibirán 65.000 euros, 285.000 menos de los que habrían ganado sus colegas masculinos si hubieran sido campeones en Rusia 2018.
El panorama en España va dando pasos a un ritmo alentador, pero arrastra aún muchas deficiencias. La búsqueda de un convenio colectivo que recoja temas básicos como el salario mínimo o las bajas por maternidad sigue estancado. Se espera que este Mundial sea el despegue definitivo: “Lo que esperamos ahora es que esta progresión no pare, que cuando acabe el Mundial no todo se diluya”, pedía Marta Corredera. “Hay que darle valor a todo esto, a todo lo que nos ha costado llegar hasta aquí”, añadía Jenni Hermoso. La lucha por la igualdad nunca había resonado con tanta fuerza.
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