Cuando al final de curso se haga la típica comparación directa entre compañeros en clasificación, en la batalla entre Carlos Sainz y Lando Norris hay un Gran Premio que habrá que quitar de la lista, el de este fin de semana en Austria. El madrileño, que no se jugaba nada en la ‘qualy’ de este sábado al tener que salir de todas formas desde el fondo de la parrilla de salida del domingo al montar su cuarta unidad de potencia de la temporada, saltó al Red Bull Ring consciente de que tenía un coche para batallar por volver a liderar la zona media de la parrilla, pero que mostrar su velocidad a un giro no le iba a servir de nada de cara a la carrera del domingo.
Ya lo explicaba el viernes el español al ver lo bien que iba su monoplaza en la pista austríaca. “Había que poner el coche a punto para la carrera. A una vuelta también iba rápido. Por eso me da rabia, porque la vuelta ha salido sola, y eso que he cometido dos pequeños errores y aun así el tiempo ha sido muy bueno”, comentaba tras la FP2. El buen ritmo de McLaren se confirmó en la FP3 con la sexta plaza de Lando y la octava de Carlos, y finalmente se corroboró en la qualy con el británico volviendo a entrar entre los 10 mejores.
Ahí podía estar Carlos, pero tuvo que hacer caso a la razón y no a su pie derecho y evitó ir a por un buen tiempo en la Q2 para quedarse fuera de la fase decisiva, asegurándose así salir a la cita de este domingo con libertad de estrategia y obligando de esta manera a que uno de sus rivales en el Top-10 que no hubiera ocupado dicho sitio con el madrileño entre los mejores, tenga que arrancar con el blando el Gran Premio.
La sesión de clasificación de este sábado fue una oportunidad perdida para que Carlos volviera a brillar con su velocidad a un giro tras la decisión de su equipo de penalizar por cambio de motor en Austria y evitar sanciones en Silverstone. “Ya sí, pero ya veremos si en Silverstone…”, respondió el viernes a ‘Movistar F1’ Carlos dudando de si la decisión tomada fue la correcta tras sus buenas sensaciones con el McLaren. Aunque sabía que no había más tiempo para lamentaciones. Debía seguir trabajando en un ritmo de carrera que promete de cara a una carrera en la que tendrá la difícil tarea de remontar desde atrás. Para ello será esencial una gran salida como las que ha protagonizado en repetidas ocasiones. Uno de sus puntos fuertes.
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