México estuvo agobiado durante más de 120 minutos por la tenaza de Costa Rica. El equipo de Tata Martino padeció el partido de cuartos de final de la Copa Oro frente a los ticos. Estos, con su resistencia, llevaron el juego hasta los penaltis, la gran pesadilla de los mexicanos. Y el Tri encontró un bálsamo en los guantes pegajosos de un Guillermo Ochoa que atajó un penalti decisivo para dejar la pizarra (5) 1-1 (4) y poner un pie en las semifinales.
El Tri la pasó mal frente a Costa Rica, huérfana de Keylor Navas. Los ticos perturbaban las salidas de los mexicanos. Una presión que, a lo largo de los primeros 45 minutos, provocaron ansiedad en los alumnos de Tata Martino. El partido de Andrés Guardado era un síntoma del equipo: pases errados y displicencia en el comienzo de las jugadas ofensivas. Un tímido disparo a portería de Jonathan Dos Santos rompió el hielo. Las réplicas de los costarricenses fueron cortesía de Celso Borges primero con un tiro libre que pasó susurrando el poste y luego un tiro de frente que terminó estrellado.
México lucía endeble en el primer partido en el que Martino lanzó a su mejor once con Rodolfo Pizarro como el pícaro constructor de juego. Por momentos los mexicanos perdían su lugar en el campo, como quien pierde la conexión a Internet mientras sigue el GPS. Fue hasta que Raúl Jiménez tomó un pase de Pizarro para pararlo en seco, girar alrededor de él y chutar para el 1-0, un gol para apartar el desasosiego al minuto 43.
Los ticos dieron un coscorrón a los mexicanos en el segundo tiempo. Cuando el Tri se dedicaba a atacar desde los extremos de las bandas, los de Costa Rica, dirigida por Gustavo Matosas, buscaban una vía de escape con algún pelotazo. Así encontró la suya Joel Campbell cuando ganó la posición frente a dos defensores, Gallardo y Luis Rodríguez, pero este último lanzó una barrida para desviar. Las cámaras vieron la falta fuera del área, el árbitro John Pitti vio un penalti. Bryan Ruiz, el 10 eterno, anotó el empate. La ansiedad mexicana regresó al lado mexicano.
Los de Martino asediaron el territorio de Costa Rica durante la segunda parte, Jiménez arreó a sus compañeros para atacar, aunque ninguna de sus oportunidades terminó en su segundo gol de la noche. Los ticos toleraron toda jugada y se encomendaron al sustituto de Keylor, Leonel Moreira. La estrategia mexicana recibió dos duros palos: las lesiones de Guardado y Dos Santos. El alargue fue un triunfo ahogado para Costa Rica.
En el tiempo extra, México intentó morder a los de Centroamérica con un par de jugadas en las que Carlos Rodríguez estuvo involucrado con una serie de pases y un tiro a puerta. Dos de las opciones que se esfumaron. En los últimos 15 minutos, Ochoa evitó el gol de Costa Rica con un manotazo al tiro de Jonathan McDonald; la puntería frustró los remates de Pizarro.
Los penaltis han sido la pesadilla de México y el Tata Martino estuvo con el rosario en los labios. Raúl Jiménez, quien se había la reputación por ser infalible, falló el primer tiro. Costa Rica se hizo con el protagonismo hasta que Randall Leal se equivocó en su tiro. Así se equilibró la serie. Un respiro tricolor. Los tiros siguientes fueron impolutos hasta que Fuller chutó y Ochoa se lanzó para el lado correcto, su derecha, justo para frustrar lo que iba a ser la mayor sorpresa en la Copa Oro. México, con el boleto en la mano, ahora espera a Haití, otro incierto oponente.
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