El nominado a fiscal general de Estados Unidos por el presidente Donald Trump, William Barr, reivindicó el martes su independencia frente a hipotéticas “interferencias políticas” a la vez que respaldó la “vital importancia” de que se complete la investigación sobre la llamada “trama rusa”.
“Bajo mi vigilancia, se permitirá a Bob (Mueller) que concluya su trabajo”, subrayó Barr, en su primera audiencia de confirmación en el Senado que estuvo centrada en gran parte sobre la investigación liderada por el fiscal especial Robert Mueller.
Para el nominado, la pesquisa sobre la supuesta conspiración entre la campaña electoral de Trump y Rusia en las elecciones presidenciales de 2016 es “vital” por lo que consideró “muy importante” que sea completada.
“Creo es en el interés de todo el mundo, el Presidente, el Congreso, y el pueblo estadounidense, que este asunto sea resuelto permitiendo que el fiscal especial culmine su trabajo”, apuntó.
Sin embargo, reconoció que es posible que no se haga público íntegro el informe de Mueller sobre las conclusiones de su investigación debido a “regulaciones internas” del Departamento de Justicia.
Sí que recalcó, no obstante, que su “objetivo es hacer llegar al Congreso y los ciudadanos la mayor información posible al respecto”.
Durante su comparecencia, insistió en marcar distancias frente a Trump en este tema, quien ha criticado de manera reiterada al fiscal especial y su equipo por una investigación que califica de “fraude”.
“No creo que Mueller esté involucrado en una caza de brujas”, remarcó en referencia al apelativo empleado por Trump para referirse a la investigación de la trama rusa.
Preguntado por los senadores demócratas por la posibilidad de que se produzcan “interferencias políticas” por parte del mandatario al respecto, Barr, de 68 años y quien ya fue fiscal general de EEUU bajo la presidencia de George H.W. Bush a principios de 1990, remarcó su “independencia”.
“Creo que estoy en una posición en la vida en que la que puedo hacer lo correcto y realmente no pensar en las consecuencias (…) No voy a hacer nada que no sea lo correcto y no seré intimidado para hacer algo que crea que es incorrecto”, replicó.
El fiscal especial investiga desde mayo de 2017, de manera independiente al Gobierno, los posibles lazos entre miembros de la campaña de Trump y Rusia, a la que las agencias de inteligencia acusan de interferir en los comicios de 2016, así como la supuesta obstrucción a la justicia por parte del mandatario.
La relación entre Trump y Sessions había estado marcada desde el comienzo por la tensión, como consecuencia de la decisión del fiscal general de inhibirse de la investigación de la trama rusa por sus contactos con Moscú.
En este sentido, Barr consideró “acertada” la decisión de Sessions de inhibirse, uno de los elementos que provocó la ira del actual mandatario.
Pero el nominado a fiscal general también dejó entrever puntos de consonancia con el actual mandatario al expresar su preocupación por lo que consideró “la fijación” actual en Estados Unidos sobre el riesgo que supone Rusia como adversario global, algo que “podría oscurecer el peligro de China”.
“El principal rival de EEUU es China. Creo que Rusia es la mitad del tamaño que tenía cuando los enfrentábamos en el pico de la Guerra Fría. Sus perspectivas económicas a largo plazo están muy lejos de las de China”, afirmó.
Asimismo, Barr señaló que “es necesaria” la existencia de una barrera fronteriza con México, la polémica promesa electoral de Trump, dado el tráfico existente de migrantes ilegales y drogas.
El nominado a fiscal general volverá mañana al Senado para continuar con su audiencia de confirmación.
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