El hombre de Florida que se declaró culpable del envío de 16 paquetes bomba de fabricación casera a 13 figuras públicas, entre ellas el expresidente de Estados Unidos Barack Obama y la exsecretaria de Estado Hillary Clinton, enfrenta este lunes su condena en una corte federal en Nueva York.
El juez Jed Rakoff, de la Corte Federal de Manhattan, que ha presidido el caso, dictará la condena contra César Sayoc, de 57 años, para quien la Fiscalía ha pedido la cadena perpetua porque “incapacita al acusado y protege al público de futuros crímenes”.
La fiscalía indicó en un documento presentado a la corte el pasado 1 de agosto, que una condena de por vida refleja la seriedad de los ataques terroristas cometidos por el acusado durante dos semanas con 16 bombas de fabricación casera capaces de detonar y hacer daño a las víctimas.
Justificó además su reclamo de cadena perpetua indicando que detiene al acusado y disuade a otros que puedan contemplar actos de terrorismo doméstico.
Sayoc, que originalmente se había declarado no culpable de los 65 cargos en su contra, fue arrestado el 26 de octubre en Florida, donde vivía, en octubre del 2018, tras dos semanas en que mantuvo en vilo a las autoridades por el envío de los paquetes bombas a demócratas. Ninguno explotó.
Entre ellos figuraron además el exvicepresidente Joe Biden, el exfiscal general Eric Holder, el magnate George Soros, los congresistas Maxine Waters, Cory Booker, Kamala Harris y Debbie Wasserman e incluso el actor Robert de Niro.
La defensa, por su parte, ha pedido al tribunal que su cliente sea condenado al mínimo de diez años justificando que Sayoc vivió “una serie de incidentes traumáticos que le empujaron más y más al margen de la sociedad” y citaron como ejemplo el abandono del padre, que había sido víctima de acoso sexual y su alegada discapacidad mental.
“Lamenta el miedo que causó en todo el país y ha redactado cartas de disculpa personalizadas a cada una de las víctimas en este caso. Sabe que lo que hizo estuvo mal, y desea más que nada poder retroceder en el tiempo y actuar de manera diferente ”, escribieron los abogados, diciendo que todavía está mentalmente enfermo y luchando, pero es redimible y puede cambiar.
Culparon sus acciones en parte por su uso de “una dosis extremadamente grande de esteroides” que tomó para aumentar su nuevo trabajo en el club de striptease Ultra. Dijeron que los esteroides lo dejaron sintiéndose invencible y lo hicieron “patológicamente obsesionado” con las acciones percibidas por algunos demócratas.
Sayoc ha dicho repetidamente que sus paquetes no habrían explotado y que nunca tuvo la intención de herir a nadie. Un análisis del FBI concluyó que no habrían funcionado.
Pero, la fiscalía se ha mantenido firme y asegura que Sayoc ha demostrado falta de remordimiento significativo y que presenta un significativo riesgo de reincidencia.
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