El último fichaje que la Real cerró para su equipo nodriza, Nacho
Monreal, no rompe con la tendencia rejuvencedora que rige hoy en día en Anoeta. El lateral navarro de 33 años pasa de facto a ser uno de los veteranos de la plantilla con menor media de edad de toda la Primera División.
La Real presenta el plantel más joven y es el equipo ‘benjamín’ de la Liga. 24,56 años de promedio en una tropa con futuro, pero que no deberá descuidar el corto plazo en una competición feroz que no permite concesiones. Para ello, la contratación de un contrastado internacional como Monreal se antoja fundamental. Un movimiento estratégico en toda regla.
El defensa de Ezkirotz reconoció en su presentación del lunes que no llega a la Real para ser un líder, pero que “iremos viendo” cómo se desarrollan los acontecimientos, sin descartar tender la mano para lo que fuera menester. Sólo Moyá (35) y Zurutuza (33) son igual o más longevos que Monreal en el vestuario. El cuarto en discordia, Illarramendi (29 años, camino de los 30) se ha lesionado de gravedad hasta el invierno.
Nacho
Monreal es el último fichaje, el sexto del mercado, y uno de los primeros en la lista de nominaciones para ser una referencia, aunque sólo sea por trayectoria. En una situación parecida se encontró Miguel
Ángel
Moyá cuando recaló en la Real en invierno de 2018. Pasó directamente a ejercer de cabeza visible, por aquello de estar curtido en mil batallas.
Galones para Zaldua o Willian
La camada del 97, mayoría en las alineaciones, lleva la batuta en este rejuvenecimiento del proyecto. Piezas de absoluta fiabilidad como Mikel
Oyarzabal o Igor
Zubeldia, a sus 22 años, son los estandartes de la nueva era. Aihen
Muñoz tiene la misma edad, pero hay que darle mucho tiempo dada su condición de recién instalado en la élite. Igual que a Le
Normand, que este año cumple 23.
Crecer significa cargar con galones. De entre los potenciales protagonistas de la temporada, aquello en los que confiará Imanol
Alguacil sin temor a equivocarse, Joseba
Zaldua y Willian
José se acreditan como alternativas al liderazgo. Tanto el donostiarra como el brasileño tienen 27 años. Son dos de los más experimentados del grupo, máxime ante la prolongada ausencia de Illarramendi. Portu también es de 1992, acumula experiencia en Primera, si bien acaba de aterrizar.
Entre la hornada del 97 llamada a dominar la Real que viene y la vieja guardia hay una diferencia de un lustro. En las manos de los Diego
Llorente (26 años) Aritz
Elustondo (25), Adnan
Januzaj (24) o Mikel
Merino (23) está disimular estas diferencias en la fecha de nacimiento. Rubén
Pardo, a sus 26 años, se ha convertido con el paso del tiempo en uno de los veteranos de la plantilla, pero su tesitura no es sencilla, al no contar de momento para Imanol y terminar contrato al final de esta temporada.
El cambio ya está aquí
Las más modernas generaciones que hay entre la familia de la Real jamás olvidarán su primer baño de gloria: el ascenso a Primera de 2010. La década de antigüedad asoma en el horizonte, a la par que el agur de David
Zurutuza, el último eslabón. El cambio generacional ya está aquí.
La Real regresó a la máxima categoría, en la 10/11, promediando 25,31 años en su plantilla. Con el paso de las épocas se fueron haciendo a un lado canteranos indispensables en la regeneración del club como Ansotegi, Labaka, Mikel
González, Markel
Bergara, Carlos
Martínez, Xabi
Prieto o Imanol
Agirretxe. Forman parte de la historia de la entidad. Y ya son pasado.
Juntos viajaron de Segunda a la Copa de Europa. La media de edad osciló entonces los 24 años, exactamente como en los tiempos que corren, un espaldarazo para el renovado proyecto. El desafío para la tropa actual es mirarse en el espejo de quienes defendieron el escudo con brillantez, sin que importara la edad.
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