Hace unos días estaba en Polonia dando gas por caminos de tierra llenos de surcos y peligros al volante del Toyota Hilux ganador del Dakar. Y este viernes, Alonso ya tenía puestos los ojos en los múltiples datos que segundo a segundo se acumulaban en las pantallas ubicadas en el box de McLaren, en Monza. No para. Como siempre. Y ahora, Fernando ya está en el paddock del Gran Premio de Italia de F1. Desde el pasado GP de Bahrein que no acudía a la ayuda del equipo de Woking, del que es embajador y asistente, además, de gran reclamo para la firma en uno de los eventos más importantes del calendario en cuanto a público, imagen y patrocinadores. Pero además de sus obligaciones publicitarias, el español, donde mejor se encuentra, como siempre, es en el box de la firma inglesa, cerca del que siempre ha sido su hábitat natural, el cockpit de un monoplaza, respirando los miles de recuerdos que dicho lugar le genera. Por ello, el ovetense encontró rápidamente cobijo en él, en una FP1 pasada por agua en la que el conjunto inglés trabajó ante la atenta mirada del asturiano, dispuesto a aconsejar en todo lo que pueda a McLaren gracias a su experiencia a través de lo que pueda interpretar de los datos y sensaciones.
Los libres del GP de Italia de F1 2019, en directo (+)
El ovetense ya apuntó el jueves que estaría en el trazado italiano “ayudando en todo lo que pueda a mi equipo”, a una pista en la que es realmente querido por su pasado en Ferrari y en la que de bien seguro podrá aprovechar para saludar a muchos amigos en un lugar en el que todavía sigue siendo el último ganador ‘rosso’ con su triunfo de 2010. La de este fin de semana no debería ser la última aparición de Fernando en un paddock de F1 este curso con McLaren, puesto que podría acudir en otros Grandes Premios de mucha importancia estratégica y comercial para el conjunto, como el último, de Abu Dhabi. Todo ello, sin que le afecte en su programa de preparación para decidir junto a Toyota si correr el Dakar 2020, su principal objetivo en estos momentos.
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