Las 5 claves de la victoria sobre el Atlético


La Real logró el sábado una victoria que no olvidarán los que estuvieron en el Estadio de Anoeta. Fue un equipo radicalmente distinto al que fue superado por el Athletic en San Mamés y, si entonces fueron los txuri urdin los que no supieron dar respuesta a la intensidad vizcaína, en esta ocasión fue el Atlético el que fue superado en cada pugna, en cada duelo, en todas las parcelas del terreno de juego.



Al margen de la energía que le dio la Real a sus acciones, otra de las diferencias fundamentales con respecto al duelo de Bilbao radicó en la génesis de las jugadas. Los txuri urdin no asumieron los riesgos que le cortocircuitaron en Bilbao y el balón llegó más rápido al campo del oponente.

A su innato talento, el equipo de Imanol añadió una voracidad que el convirtió en una máquina prácticamente perfecta que sometió al equipo de Simeone desde el pitido inicial. Todas las piezas clave funcionaron y, liderados atrás por un Aritz espectacular y delante por un mágico Martin
Odegaard y un incombustible Oyarzabal, el conjunto guipuzcoano hizo gozar a la parroquia más numerosa de la historia.

Porque nada de lo sucedido el sábado se puede explicar sin hablar de los 34.719 espectadores que batieron el récord de asistencia al campo y empujaron desde sus asientos hasta crear una atmósfera que empujó al equipo desde el primer minuto hasta el 90.

Sublime Odegaard

Odegaard volvió a firmar un partidazo ante el Atlético. Más allá de su gol y de que botó la falta que dio origen al segundo, se erigió en el líder de las operaciones ofensivas y en el más ardiente soldado cuando tocaba recuperar. Su despliegue físico fue enorme y su talento permitió a la Real salir indemne cuando Simeone reforzó el centro del campo con Llorente para cambiar la tendencia en el eje.

Vuelta de tuerca al ‘once’

Imanol le dio una vuelta de tuerca al ‘once’ introduciendo cuatro piezas que funcionaron de maravilla. Isak, Portu, Monreal y Aritz rozaron la perfección. Los dos primeros le dieron la velocidad y la profundidad que le faltó al equipo previamente. El navarro firmó el debut soñado con gol y asistencia y dio aplomo y nivel a la zaga. Aritz estuvo espectacular, sin una sola mancha.

Moyá golpea en largo para evitar riesgos

Una de las grandes diferencias con respecto al partido de San Mamés radicó en que Moyá golpeó casi siempre en largo. El conjunto txuri urdin no asumió riesgos y el portero enviaba el balón directamente a campo contrario, donde los realistas pelearon cada cuero como si fuera el último y así consiguieron jugar casi siempre lejos de las zonas de peligro

Victoriosos en las disputas

La Real superó en casi todos los duelos a uno de los equipos más intensos y fuertes de la Liga. Esto habla por sí solo del nivel de energía que puso el conjunto txuri urdin sobre el terreno de juego, lo que le permitió dar ritmo y continuidad a su fútbol y tener al Atlético de Madrid siempre cerca de su portería, con la sensación de que no podía quitarse de encima la presión realista.

Oyarzabal está en todas

Ni marcó ni asistió, pero la trascendencia de Mikel Oyarzabal en el juego ofensivo de la Real está fuera de toda duda. Ante el Atlético volvió a aparecer en casi todas las acciones de peligro del equipo. En la primera mitad buscó el gol con dos disparos, en la segunda firmó conducciones de nivel, como la que finalizó con un pase espectacular a Monreal para que el navarro asistiera a Odegaard.


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