Esta vez las virtudes del Real Betis, que apenas había mostrado en este arranque liguero, superaron de largo a sus defectos, especialmente defensivos, y los de Rubi se anotaron un triunfo de vital importancia ante el Levante al consumar la enésima remontada en el Benito Villamarín, donde la afición no paró en ningún momento de animar a su equipo, incluso cuando vinieron mal dadas.
En el Benito Villamarín parece haber un concurso de a ver lo que tarda el Betis en complicarse la vida. Los de Rubi comparecían por cuarta vez ante su gente y por cuarta vez se vieron en complicaciones. Y cada vez más pronto. En el partido inaugural ante el Valladolid sufrieron la expulsión de Joel Robles a los 8’; ante el Leganés los pepineros cobraron ventaja en el 50’; mientras que el Getafe cobraba ventaja en el 15’ y en el 24’ sufrían los locales la expulsión de William Carvalho. Esta vez fue Hernani quien anotó el 0-1 en el 6’ -de momento, record vigente- en la primera aproximación de los granota al área de Joel Robles, al que sorprendió el extremo rival sin apenas ángulo.
Otra vez tocó remontar. Y se pusieron manos a la obra los béticos, percutiendo con mucho peligro por la banda de Áex Moreno -que estrenaba titularidad- y dejando escapar un buen número de ocasiones para establecer la igualada, lo que lograría Loren en el tercer minuto de descuento tras otra buena jugada de Álex que continuaron Canales, Barragán y Joaquín, que comenzaba su recital de asistencias.
A Loren (26’) le había privado antes del 1-1 su compañero Borja Iglesias, en quien rebotó el remate del malagueño que buscaba la portería.
Tras el descanso tardó poco el Betis en desnivelar la balanza, lo que tardó Joaquín para hacer magia por su banda y asistir, primero a Loren y luego a Borja Iglesias, para que culminaran la remontada entre los oles de su entregada afición, que al fin le puede ver a su equipo brotes verdes que le llevan a la esperanza, a pesar de los muchos defectos defensivos que sigue.
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