El partido entre Huesca y Girona que se disputará este sábado por la tarde en el Alcoraz es uno de los duelos entre dos de los grandes aspirantes al título y por ello ingredientes no le van a faltar. A los tres puntos en juego, hay algo que se le añade y que convierte en aún más especial este partido, nada menos que el regreso de Àlex Gallar a la que fue su casa estas últimas temporadas.
“Es un partido que tengo muchas ganas de jugar. El Huesca es mi ex equipo y esta situación no es nada habitual. Allí estuve muy a gusto y espero que el recibimiento sea bueno porqué cuando defendí esa camiseta siempre lo di todo”, señaló el catalán, que entre otras quiso marcharse por “motivos personales”. “Todos supieron de mi situación personal a lo largo de todo el verano y el trato siempre fue muy buena, no puse ninguna medida de presión, pero todo se solucionó bien. Estoy agradecido a Míchel por el trato que me dio en el día a día”, añadió el jugador del Girona.
Además de especial, se trata de un partido entre dos de los recién descendidos y que tienen como claro objetivo regresar a la élite cuanto antes. Sin embargo, el Girona aún no ha puntuado lejos de Montilivi y está a 6 puntos del ascenso directo. “Creemos que es algo anecdótico. Ahora todo el mundo quiere subir, pero estamos en setiembre y la competición finaliza en mayo o junio”, comentó Gallar, que reconoció que ahora mismo “estamos muy lejos de nuestra mejor versión, pero cuanto más disfrutemos sobre el césped más cerca estaremos”.
Ambos conjuntos se encontraron dos semanas antes de empezar la Liga para disputar un encuentro amistoso que acabó con victoria oscense por 0-2. “Creo que va a ser un partido totalmente distinto. Los nervios de la competición estarán y además nosotros nos lo tomamos como un partido donde reivindicarnos y ganar nuestros primeros tres puntos lejos de casa”, concluyó.
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