Lo mismo se puede decir del propio Athletic. El club rojiblanco, guste o no, es un caso único en el mundo. Cada vez se hace más patente su singularidad.
El único equipo de Primera que no gastó euro alguno en fichajes en el pasado mercado veraniego fue el bilbaíno. Los leones, así y todo, marchan en la zona alta de la tabla con la condición de invictos.
Gaizka Garitano
sabe muy bien lo que se trae entre manos, pero el dilema entre vencer y/o convencer sigue latente.
Los propios socios del Athletic andan un tanto divididos en torno al tema de la grada de animación. El club se ha empeñado desde la llegada de
Elizegi
en potenciar el digamos fondo norte a cambio de variar la ubicación de determinados socios, pero no todo el mundo está por la labor. La Asamblea del próximo 20 de octubre se presenta ‘calentita’ por este y otros asuntos de orden interno.
El estadio rojiblanco, eso sí, se ha convertido en el auténtico fortín de los leones desde la llegada de Garitano. Números cantan. Y es que cuando ruge San Mamés a un solo grito…
Donde dijo sí digo no
La semana que concluye también sirve para dejar patente el peso específico del nombre Athletic. Fue salir publicado que el club bilbaíno podía salir beneficiado de una nueva norma fiscal aprobada en primera instancia por la Diputación para que hasta los que votaron sí en principio recularan sin escrúpulo alguno ante la repercusión mediática de la noticia y las reacciones de dentro y fuera de Bizkaia.
No discuto el acierto o desacierto de esta marcha atrás; pero de no haber figurado la palabra Athletic en el titular de turno hasta los políticos que ahora dicen no hubiesen sostenido su sí anterior. Como el Athletic no hay ninguno.
Source link