El Real Madrid en general, y Zidane en particular, siguen gozando de la multifuncionalidad de Nacho. Apagado por las lesiones en los primeros meses de la temporada, el canterano volvió a demostrar en Valladolid que sigue siendo ese comodín dentro del vestuario capaz de rendir en cualquier posición de la defensa.
Y es que, a parte del gol, su trabajo en el costado diestro en virtud de la sanción de Carvajal, volvió a demostrar que sigue siendo el chico para todo en el conjunto blanco. Ya no solo en cualquier zona de la defensa central sino también en los laterales, en este caso en el diestro, el de Alcalá de Henares volvió a demostrar que, cuando se le necesita, cumple. Y cumple mucho.
Además, redondeó la machada con un gol capital para las aspiraciones ligueras del Real Madrid aupándole al liderato de la tabla 100 días después ante un rival, el Real Valladolid, que no vendió su piel nada barata.
De esta manera, Nacho refuerza su posición algo devaluada en los últimos meses y vuelve a demostrar que, aún jugando poco, puede convertirse en importante para Zidane al que abrazó tras el gol en un claro gesto de complicidad con el francés.
De central, de lateral zurdo o en el costado derecho el canterano siempre saca un notable y eso, a la larga, con la regularidad que él ha ido demostrando con los años, es un sobresaliente.
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