Las 7 claves del descalabro del Espanyol de Gallego


El Espanyol ha entrado en barrena tras la derrota en Mallorca del domingo, un nuevo KO que puede precipitar la destitución de David Gallego. El cuadro perico deambula por LaLiga, penúltimo con sólo 5 puntos de los 24 jugados en las ocho jornadas disputadas hasta el momento.



Números para echarse a temblar, máxime porque se no se atisba capacidad de reacción de un vestuario que quiere pero no puede, bloqueado mentalmente, un lastre que debe soltarse cuanto antes para no hundirse en la cola demasiado pronto, cuando ya se ha jugado casi un cuarto de LaLiga.

El camino en Europa está siendo más esperanzador, hasta el momento, pero los resultados (un empate en casa ante el Ferencvaros y la victoria sobre el CSKA en Moscú) no pueden esconder que el fútbol en la competición europea, salvando la segunda parte en Moscú, tampoco está convenciendo a una afición blanquiazul preocupada y enfadada.

Las claves del descalabro del Espanyol de Gallego se podrían resumir en estos siete ‘lastres’:

1.

Pésimo jugando como local
.

El Espanyol no ha ganado todavía en el RCDE Stadium en lo que llevamos de Liga (4 partidos, 4 derrotas), siendo el único equipo del campeonato junto al Valladolid. Además, es el club que menos goles ha marcado en la Liga en casa (uno y fue en propia puerta) y el que más ha encajado de todos los equipos (10)

2. La plantilla no acabó de entender o no ha sabido traducir en el campo la filosofía de juego de Gallego.

El vestuario siempre mostró su incondicional apoyo al técnico y a su proyecto, aunque alguno de ellos, en alguna ocasión, confesó no entender algunos mecanismos de su juego. Tres meses después del inicio de la pretemporada (3 de julio), se ha podido comprobar desajustes y en cuentagotas, se ha podido atisbar el modelo de juego que deseaba Gallego.

3. Algunos jugadores han pasado de ser claves a relegados al banquillo.

Jugadores como Darder o Melendo ya encadenan varios partidos sin apenas jugar, hombres que fueron indiscutibles con Rubi el pasado ejercicio y sin los que no se entiende el buen curso pasado. Gallego es un técnico que aboga por un fútbol que crece a partir de la posesión del balón, lo que no deja de ser curioso que dos ‘peloteros’ no hayan tenido presencia en el último mes. Eso sí, en favor del técnico se debe matizar que algún jugador podría no estar ahora mismo, al nivel que requiere la exigencia para los dos torneos.

4. De la ilusión europea a la decepción y enfado en la masa social.

La afición perica ha pasado de la euforia más absoluta aquel 17 de mayo cuando el equipo venció a la Real Sociedad y selló el billete para la Europa League, a pedir el cese del técnico en el último pulso en casa, ante el Valladolid. Tristeza, decepción, preocupación por el devenir en la Liga son los sentimientos de una afición que ha visto como el proyecto de un hombre de la casa no ha cuajado.

5. Los refuerzos llegados este verano no han igualado el nivel de los que se fueron.

Se marcharon Borja Iglesias y Mario Hermoso, dos de los indiscutibles baluartes del Espanyol del pasado curso. Y pese a que la dirección deportiva movió ficha para apuntalar el equipo, lo cierto es que por ahora, se echan demasiado en falta al ahora bético y al colchonero. El carrusel de lesionados ha hecho además, mucha mella en el plantel

6. Han consumado un peor inicio que en 3 de los 4 descensos que padeció el Espanyol.

Con el agravante que en aquellas campañas, las victorias sumaban 2 puntos. En el curso 1992-93 el Espanyol tenía 7 puntos a estas alturas, en la 1988-89, acumulaba seis, el mismo guarismo que en la temporada 1961-62.

7. Europa ha influido en la crisis pero no es el principal desencadenante.

Haber arrancado tan pronto por las rondas previas de la Europa League redujo la falta de entrenamientos en una campaña donde se estrenaba nuevo técnico y llegaron varios fichajes. Y se necesitaba tiempo y paciencia para ensamblar piezas y asimilar sistemas nuevos. El jugar dos competiciones y no tener una amplia plantilla para rotar y dosificar fuerzas ha podido influir en que el proyecto no haya prosperado. Pero no se puede poner el foco sólo en Europa para explicar la crisis de juego y resultados.


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