“Nos sobran los motivos”. Es el título de una canción de Sabina y también el lema con el que perfectamente podría aterrizar el Athletic esta tarde (16.00 horas) en el Reale Arena. Las rojiblancas buscan arrancar por fin esta temporada después de una mala salida de tacos, que es la segunda peor de su historia. Persiguen adaptarse al libreto del nuevo técnico, Ángel Villacampa. Y, por supuesto conquistar la victoria en un escenario que agrega otro ingrediente, una pizca de sal, como es un derbi.
El técnico del equipo bilbaíno desplaza a todos sus efectivos disponibles. Cuenta con las bajas de las lesionadas Erika, Yulema y Álvarez. Se suman a Nekane. Sí será de la partida Lucía García, a la que le está dando mucha guerra una tendinopatía rotuliana de su rodilla derecha, que le hizo ausentarse de la última convocatoria de la selección. Ha entrado también en la lista la jugadora del filial Amaiur Sarriegi. Por su lado, el conjunto donostiarra que sigue creciendo y se ha reforzado este curso con futbolistas como Bárbara Latorre, Ana Tejada o Claudia Blanco, entre otras, registra la ausencia de Nahikari.
Villacampa considera que afrontan el “partido idóneo para revertir la situación”. No en vano, han comenzado la temporada con tres derrotas con el Levante, Valencia y Deportivo y una victoria ante el Madrid. Duodécimas en la clasificación con 3 puntos. Mientras, las de Arconada, quintas con 8 puntos, aún no conocen la derrota, con dos triunfos y dos empates en su hoja de servicios. El míster de las rojiblancas lanza mensajes similares una semana tras otra. Como el último, del tipo de “tenemos ganas de transmitir al aficionado el equipo que queremos ser”.
El anterior precedente no es muy alentador. En la final de la Euskal Herria Kopa disputada en agosto, las guipuzcoanas se llevaron el gato al agua con un 3-0 en Azpeitia. Aunque, por otro lado, las estadísticas históricas le sonríen al Athletic que, en 14 duelos en territorio realista, ha sumado 8 victorias y 5 empates y solamente ha encajado una derrota. La de campaña 2016-17, con un 2-0 en Zubieta.
Pero ya se sabe que todas estas cosas sirven de poco sobre el verde. Que hay que escribir la historia en cada encuentro. Villacampa dijo de su primer triunfo que suponía “una prueba de fe” en lo que estaban haciendo. Una póliza de vida que hay que renovar ya para cambiar la dinámica.
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