En solo dos años el diario Los Angeles Times, una publicación que nació con un espíritu ferozmente antisindical, ha visto cómo su redacción formaba un sindicato y negociaba el primer convenio colectivo de sus 138 años de historia. La firma del acuerdo, anunciada el miércoles por la noche tras meses de negociaciones, pone un punto y aparte en una tumultuosa etapa de la redacción más grande del oeste de Estados Unidos y es un paso más en una creciente tendencia en la prensa local del país, arrasada por la información digital.
El diario angelino, considerado el diario local más grande de Estados Unidos, estuvo en manos de una misma familia desde su fundación en 1881 hasta el año 2000, cuando fue vendido al grupo Tribune. A este movimiento siguieron años de recortes, cambios de dirección y bandazos en la estrategia digital. El Times llegó a tener 1.000 periodistas a mediados de los noventa y en esta década había bajado a 400.
En 2018, ante los recortes y los planes poco claros de Tribune, reconvertido en el conglomerado de medios digitales Tronc, la plantilla decidió por abrumadora mayoría formar un sindicato por primera vez en su historia. A nadie se le escapó la ironía de que el LA Times había sido un bastión antisindical en la primera mitad del siglo XX, hasta el punto de que sufrió un ataque con bombas en 1910 por parte de dos sindicalistas que querían matar al dueño. La formación del sindicato fue clave para que Tronc accediera a deshacerse de la publicación.
En febrero de 2018, el millonario y fabricante de equipos médicos Patrick Soon-Shiong, considerado el hombre más rico de Los Ángeles, compró el periódico. El acuerdo ascendía a 500 millones de dólares e incluía la publicación San Diego Union-Tribune. Con Soon-Shiong, el periódico volvía a manos locales después de 18 años. Son-Shiong dijo entonces que lo hacía para “salvaguardar la integridad” del periódico de su ciudad. “Necesitamos periódicos”, dijo. “Necesitamos integridad intelectual. Necesitamos escritores y editores a los que les apasione este trabajo”. Desde entonces se ha contratado a 150 periodistas para revitalizar la redacción.
El acuerdo en cuestión tiene una validez de tres años y, según anunció el propio diario en sus páginas, eleva el sueldo de forma inmediata al menos un 5% a gran parte de la plantilla. Las subidas serán del 2,5% en el segundo y tercer año de vigencia del convenio, una subida que será “significativa” tras “años de sueldos estancados”. El acuerdo incluye protecciones laborales, fomento de la diversidad, bajas de maternidad pagadas y límites a las subcontratas o externalizaciones.
“Estamos muy orgullosos”, dijo en el propio LA Times la periodista Carolina Miranda, miembro del comité negociador. “Es un momento difícil en la industria, pero hemos conseguido aumentos de sueldo significativos y una amplia red de protección del trabajo que está entre las mejores de la industria”.
El director del periódico, Norman Pearlstine, nombrado tras la llegada de Soon-Shiong, agradeció a las dos partes el acuerdo. “Los primeros contratos son inherentemente difíciles de negociar, porque cada artículo y cada cláusula tienen profundas implicaciones para las dos partes, ahora y en el futuro. Estoy convencido de que con este acuerdo hemos garantizado el resurgir del Times”.
“Los términos del contrato aseguran que durante los próximos tres años el Times será un buen lugar para los periodistas para trabajar y construir un futuro para sus familias”, dijo el comité de empresa en un comunicado en el que animaba a la redacción a ratificar el acuerdo. En el mismo comunicado, piden a los lectores que compren suscripciones al periódico.
Un movimiento real
El cierre de las negociaciones laborales en el Times llega una semana después de que los periodistas del Arizona Republic, el periódico de Phoenix del grupo Gannett, decidieran en votación formar también un sindicato. La plantilla tomó esta decisión ante la próxima compra del grupo por parte de GateHouseMedia y los posibles despidos que puedan derivarse de la operación. Otras publicaciones del grupo Gannett (USA Today) también tienen sindicatos, como el Detroit Free Press, el Indianapolis Star y el Milwaukee Journal Sentinel.
En un artículo la pasada primavera en la revista de la Nieman Foundation for Journalism (Harvard), se destacaba la creciente tendencia de las redacciones en Estados Unidos a formar sindicatos para protegerse ante al imprevisible volatilidad en la industria, diezmada por la desaparición de publicidad tradicional y el frágil modelo de negocio del periodismo en Internet. En 2015, la redacción de Gawker decidió formar un sindicato. Le siguieron Salon, Vice Media, HuffPost y GuardianUS. Aparte de estas redacciones digitales, también surgieron sindicatos en Chicago Tribune, The New Yorker, New York Magazine y The New Republic.
“Parece un movimiento real”, decía en aquel artículo Lowell Peterson, director ejecutivo del Sindicato de Escritores de América. “No es que estemos arrastrando a gente que sea reticente a hablar con nosotros. Están deseando hablar con nosotros, firmar, y seguir adelante”.
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