El Espanyol llega a Bilbao
mañana, víspera de Halloween, con la ciudad enlutada y entretenida con las visitas al camposanto. Y no me refiero a San
Mamés, por muy santificado que esté su césped, ni por el actual color cerúleo de sus moradores-jugadores, algunos luciendo cara de difuntos. Y es que a los rojiblancos, en este mes, se les ha demudado el color. Ojalá que sea un disfraz.
Hace apenas unas semanas, los rojiblancos cerraban el verano como líderes de la Liga. Ahora están empatados con el decimosegundo. En 24 horas, intentarán dar carpetazo a un octubre para olvidar venciendo a uno de los colistas de la competición.
En caso de no lograr canjear el truco o trato por los tres puntos en juego, los caramelos de los ‘periquitos’ habrán resultado venenosos para la salud de la tropa de Garitano
, bastante tocada en lo anímico en estas últimas fechas, con dos puntos logrados de los últimos 15 en juego.
Y eso que en el Wanda
Metropolitano la tropa que entrena en Lezama nos obsequió con una de sus mejores versiones como visitante, con varias ocasiones de gol nítidas y una primera parte merecedora de un mejor resultado. Y lo que son las cosas; cuando mejor juegas, más palos te llevas.
Mañana, víspera del dichoso Halloween, el Athletic se la juega
Los de
Simeone
, uno de los equipos más rácanos del campeonato, han sido los únicos capaces de marcar dos goles a los de Garitano; para creer en brujas.
Los
leones
se
la
juegan
Mañana, víspera del dichoso Halloween, el Athletic se la juega. Ha de romper la racha para poder mirar hacia arriba. Va a ser un partido para espíritus fuertes. Que no aparezcan los fantasmas.
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