El Athletic pasó a octavos de final y hubo invasión de campo. ¡Cómo han cambiado los tiempos!
Es ley de vida. Cuando te acostumbras a comer en determinada mesa, luego ya no valoras todo lo que has tenido. Con Ernesto, tras el primer año de Bielsa, hubo varias temporadas seguidas en Europa, con buenos resultados, y a partir de ahí cuesta volver a reciclarse. Se ha sido capaz de sacar un gran rendimiento a un determinado bloque y ahora la idea tiene que ser recuperar, reciclar eso, esas sensaciones.
El Athletic con usted en el banquillo cayó en octavos en Europa y hubo críticas, muchas críticas. ¡Cómo han cambiado, insisto, las cosas en el Athletic!
La experiencia no fue buena. Al Marsella le pillamos en un gran momento y nosotros con mil vicisitudes alrededor de la plantilla. No fuimos capaz de plantarles mucha guerra. Y cuando te falta esa mesa, no es tan fácil andar por ahí.
¿Recuerda que Irureta presentó la dimisión algunas semanas después de la eliminar al Newcastle?
Los momentos son muy importantes y Jabo vino después de Heynckes, de dos años increíbles con un fútbol espectacular. Jupp cambia mentalidad, estilo, muy ofensivo, muchos goles, partidos muy abiertos y la ola que dejó el alemán fue muy profunda, muy fuerte. Jabo con otro estilo, después de elecciones, jugando en Europa, un montón de lesionados… Sé de qué hablo. Jabo sufrió un poco el momento, el cómo y cuándo llegó.
¿Lo mismo que Ziganda?
Digamos que le puedo entender. Ahora mejor que de jugador, evidentemente.
Estuve fuera, en Inglaterra, el año pasado y ahora con intención de entrenar
¿Y qué hace en estos momentos?
Estuve fuera, en Inglaterra, el año pasado y ahora con intención de entrenar. Mientras tanto a aprovechar el tiempo, viajar por ahí, charlar de fútbol, ver otras ideas, otros entrenadores…
¡Complicado salirse de la rueda!
Sí porque somos muchos entrenadores y ninguno nos retiramos. Tampoco es cuestión de volverse loco, sino de encontrar un sitio donde puedas encajar.
Todo el mundo sabe que el año fue complicado y no se dio como uno quería, pero no me arrepiento de nada
¿Cómo valora, con la perspectiva que da el tiempo, su etapa como entrenador del Athletic?
Los momentos, como le decía antes de Jabo, son muy importantes y los ciclos. Todo el mundo sabe que el año fue complicado y no se dio como uno quería, pero no me arrepiento de nada. Muy orgulloso de haber podido estar ahí. Se dio como se dio, igual ahora reaccionaría de otra manera o haría otras cosas, pero en ese momento las circunstancias eran las que se dieron.
Pues pasa el tiempo y en Bilbao se sigue escuchando que el equipo no aguanta 90 minutos, no crea en el centro del campo, que se cae poco a poco…
Yo lo que creo es que hay ciclos, que hay que respetarlos, y que el Athletic es así. Ha tenido hornadas y momentos muy buenos donde ha sabido sacar lo mejor de determinadas plantillas. Luego esas plantillas se van desgastando poco a poco y tienen que volver a reciclar con gente que viene de atrás, con gente con buena mentalidad y buen físico. El Athletic ahora lo va a volver a tener porque tiene jugadores como Williams, Yeray, Núñez, Muniain, Iñigo Martínez, Capa que tienen vigor, que tienen fuerza. Esos tienen que recoger el relevo sin renunciar a la veteranía de jugadores como Raúl, que todavía van a aportar. Lo Ideal es tener algunos veteranos que marquen una pauta, jóvenes que quieren empujar y, sobre todo, un buen bloque de jugadores de una determinada edad, entre 25 y 30 años, que son los que tienen que tirar.
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