Atenas, Los Ángeles, Cannes y Milán, pero también Murcia, Pamplona y Alicante: a todos estos y otros lugares viajará este otoño el violinista libanés de ascendencia armenia dentro de su actual gira, que le ha mantenido ocupado este año. Afincado en España tras estudiar en Hannover y Londres, Ara Malikian pasa más tiempo en ruta por el mundo que en su casa.
Cuéntenos de dónde acaba de volver.
Acabo de aterrizar de una larga gira de conciertos. Primero he estado por el Mediterráneo, en Turquía y Grecia. Después he cruzado el Atlántico rumbo a Ecuador, Costa Rica y Estados Unidos.
¿Algún placer inconfesable cuando viaja?El poder dormir en cualquier tipo de cama, incluso en el suelo. Y nunca exijo nada muy particular, salvo un baño limpio y bien equipado.
Un recuerdo de las vacaciones de su niñez.Es que de niño… ¡nunca fui de vacaciones!¿Algún desastre viajero?Uno terrible, sobre todo por mi profesión: me caí por la escalerilla de un avión en Costa Rica este año y como consecuencia me rompí el hombro. Tuve que anular un montón de conciertos y hacer una larga rehabilitación.
Un monje budista en un templo de Laos. Santi Praseeratenang getty images
¿Cuál es la persona más interesante que ha conocido en sus viajes?Sin duda, un monje budista en Laos.
¿Y el personaje más extraño?A ese lo conocí en Cuba: era un traficante de puros francés.
¿Cuál fue el hotel más refinado en que se alojó?Quizá no fuese oficialmente el de más estrellas, pero cuando estuve en Camboya me dio mucha impresión salir de mi hotel de lujo y ver el contraste extremo con la pobreza y la miseria que padece la gente de allí. Me pareció muy injusto. Fue un shock.
¿Hay algún transporte que deteste especialmente?En los viajes todo depende de la actitud. Si vas con mal talante, el transporte más lujoso puede ser un infierno
En corto
¿En qué lugar del mundo se ha sentido más feliz?
Trato de estar feliz en todos los lugares donde me encuentro.
¿Turista activo o tumbado al sol?
Soy un viajero activo.
¿Mochilero o en plan lujo?
Me parece que mitad y mitad.
¿Qué no puede faltar en su maleta?
Por supuesto, un violín y un arco.
¿Qué se llevó de la habitación de un hotel?Una pastilla de jabón con aroma de rosa de Damasco. Me recordaba mucho a mi infancia; después no he vuelto a encontrar ese jabón en ningún lado.
¿Qué frase en otro idioma emplea más?Tengo un cacao enorme porque hablo ocho idiomas. Cuando no me centro se me cuelan palabras extranjeras —o incluso alienígenas— todo el rato en cualquiera de ellos.
Describa un plato memorable que probó durante un viaje.Normalmente son los platos memorables los que me llevan a un viaje sensorial y no al revés.
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