Han pasado 17 años desde la última vez que la Real fue líder en solitario de la Liga por última vez. Gracias a una primera vuelta memorable en la que no perdió un solo partido, el equipo dirigido por Raynald Denoueix se plantó en la jornada 13 con 29 puntos gracias a sus ocho victorias y cinco empates. La Real de Imanol también se colocará en lo más alto de la tabla el sábado si el viernes supera al Leganés. Será en solitario durante unas horas, siempre que Barcelona y Real Madrid no pinchen, en cuyo caso el liderato les durará a los txuri urdin las dos semanas que dure el parón. Un escenario en el que será imposible retrotraerse a ese pasado tan glorioso en el que, con una idea diferente, se llegó al mismo éxito. Éste es el 1 x 1 de los dos últimos equipos de la Real que pueden liderar en solitario la Liga.
Westerveld/Remiro
Remiro es ahora el dueño de la meta realista, si bien podría figurar Moyá, que ha jugado más. El navarro, al igual que Westerveld, dispone de un gran golpeo en largo si bien el holandés dominaba mejor el área y el juego aéreo. El actual guardameta de la Real ha exhibido una mayor agilidad bajo palos respecto a un Sander en el que primaba más su colocación.
López Rekarte/Zaldua
El lateral derecho, entonces y ahora, fue para un jugador de la cantera de similar despliegue en base a un gran condición física. ‘Bomba’ era un jugador más técnico, capaz de encarar en el uno contra uno en campo contrario mientras que Joseba, por contra, resulta algo más fiable en tareas defensivas, sin renunciar a desdoblarse siempre que puede y ayuda en ataque.
Jauregi/Le Normand
Jauregi fue el central derecho de toda la campaña del subcampeonato, un zaguero con buen manejo de balón y buen juego aéreo, algo menos dotado para las tareas defensivas, a diferencia de Le Normand cuyo fuerte es la firmeza atrás y por arriba y sufre más con el esférico.
Schürrer/Llorente
Junto a Jauregi hace 17 temporadas se alternaron Schürrer y Kvarme. El argentino, zurdo, fue un defensa muy agresivo, férreo, con malas pulgas, con gran juego aéreo y buen manejo.El madrileño sufre como central izquierdo, le está penalizando su habitual buena colocación, velocidad y anticipación.
Aranzabal/Monreal
Dos laterales izquierdos muy diferentes. Uno, Agustín, pura clase, técnica y despliegue ofensivo y con problemas para defender y otro, Nacho, al que también le encanta ir hacia arriba, pero cuya gran virtud es la buena colocación defensiva que le lleva a apenas cometer errores atrás.
Xabi Alonso/Zubeldia
El actual técnico del Sanse fue el metrónomo del subcampeonato. Con sólo 21 años desplegó toda su categoría para liderar el juego del equipo con su clarividencia con el balón, tanto en corto como en largo. Zubeldia tiene también juego pero aún no ha explotado lo suficiente y, de momento, destaca por su poderío, quite y empuje.
Aranburu/Merino
Dos Mikel como piezas clave en la medular, ante y ahora. El azpeitiarra fue el escudero perfecto de Alonso, al complementarle con su enorme trabajo, capacidad para conducir e inteligencia táctica. El navarro, con otra complexión, abarca también mucho campo, conduce y tiene llegada y gol. Dos jugadores de clase.
De Pedro/Oyarzabal
El ‘10’ lo portaban dos genios. El antiguotarra, un jugador más posicional y basado en su privilegiado golpeo, generador de tantos centros de gol desde multitud de posiciones, y de su gran visión de juego. El eibartarra es el jugador total en ataque, aparece por todas partes, asiste, marca y trabaja como un peón.
Karpin/Odegaard
La Real de 2002 jugaba un 4-4-2 por lo que no es fácil comparar al ruso y al noruego. Karpin, más pegado a la banda derecha, aportó gran trabajo, llegada, centros de enorme calidad y goles mientras que Odegaard es un media punta más claro, que conduce y con una genial visión de juego.
Nihat/Portu
La comparativa que más se escucha en la calle. Fuego al espacio, velocidad, pasión, gran golpeo y goles. Partiendo desde la derecha el murciano y como segundo punta el turco, claves en el equipo con más capacidad de trabajo, aún, en el español.
Willian José/Kovacevic
La comparativa que peor resiste. 20 goles, un trabajo defensivo brutal y ser un incordio constante adornaron al mejor delantero centro de la historia de la Real desde Satrústegui. El brasileño pesa mucho en el equipo pero aún es un poco irregular.
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