El Espanyol vivió ayer un nuevo capítulo en su crisis liguera. La excelente dinámica en la Europa
League, con goleadas magníficas y el equipo brillantemente clasificado para la siguiente ronda, sigue sin trasladarse a LaLiga, donde el equipo naufraga una semana sí y otra también. Las alegrías en Europa se convierten en penurias en la competición liguera, o lo que es lo mismo, una cosa ya no tapa la otra. Por muy positivo sea alcanzar los dieciseisavos de final de la Europa
League (con la inyección económica que esto conlleva), el drama viene mascándose en Liga, la competición que marca el día a día del equipo.
Sin regularidad en su juego, ni en los resultados, el Espanyol sigue caminando por el alfiler y cada vez tiene más difícil salir del pozo donde se encuentra. Es cierto que ayer tenía en frente a un Atlético cabreado y con ganas de revindicarse, y que siempre se puede perder en el Metropolitano, pero a los pericos les urge dar ya ese paso adelante que vaticina Machín y sus jugadores.
El ‘Plan A’ carbura a medias
Volvía LaLiga y con ella Machín recuperó el denominado ‘Plan A’, es decir un once formado por los teóricos titulares.
Los que golearon al Ludogorets , los Calero, Corchia, Lluís López, Melendo, Granero y Compañía, se quedaron sin premio ante el Atlético, ya que el técnico espanyolista apostó de nuevo por los que vienen jugando más en Liga. Así, el soriano realizó hasta nueve cambios en su ‘once’, en el que solo repitieron Diego
López y Bernardo. El primer tiempo pareció darle la razón, no así un segundo donde el equipo se descompuso ante el arrojo colchonero.
Aún así, no todo es negativo en este Espanyol, que en los primeros 45 minutos dejó una gran sensación de equipo. La defensa de tres funcionó correctamente y la presión en campo rival dio sus frutos con el gol de Darder. A ello se debe aferrar el equipo de Machín para terminar con su ‘vía crucis’ liguero.
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