La guardameta del Athletic Ainhoa Tirapu ha dicho hoy que la huelga de las jugadoras se ha suspendido “durante un mes” como muestra de “voluntad de acuerdo” con la patronal, pero advirtió de que hay que ser “prudentes” porque queda mucho para que se firme el convenio. Tirapu y sus compañeras de equipo Garazi Murua y Vanessa Gimbert comparecieron en una comisión del Parlamento Vasco, a petición de EH Bildu, para explicar sus reivindicaciones.
La comparecencia se produjo tres días después de que los sindicatos interrumpieran la convocatoria de huelga en el fútbol femenino después de que los clubes de la Primera Iberdrola, la patronal, se comprometieran a asumir algunas de sus reivindicaciones.
Tanto los sindicatos AFE, UGT y Futbolistas ON y los clubes fijaron el 20 de diciembre como fecha probable para la firma del primer convenio colectivo del fútbol femenino español.
Tirapu, vicepresidenta del Comité de Fútbol Femenino de la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE), manifestó que el lunes la patronal aceptó sus peticiones en cuanto al salario mínimo de 16.000 euros brutos anuales para una jornada completa y una parcialidad mínima del 75 por ciento, lo que rebajaría esa cifra a 12.000 euros.
Explicó que este jueves continuarán las negociaciones sobre el resto de sus peticiones que afrontan de manera “optimista” pero con cautela. “Se ha dado una tregua, pero no queremos que se alargue” la negociación, remarcó.
Tirapu insistió en que la reivindicación más importante para las futbolistas es la relacionada con las cotizaciones porque eso es lo que da derechos laborales y recordó que actualmente la mayoría de los contratos son por jornadas reducidas y esto incide en las cotizaciones a la Seguridad Social.
Entre el resto de las propuestas que demandan figuran un plus de antigüedad, por cada dos años de permanencia en el mismo club, la inclusión de un protocolo de embarazo y maternidad, el complemento salarial por incapacidad temporal del 100 % durante el periodo de baja o la cobertura en caso de muerte o incapacidad permanente. Vacaciones de 30 días anuales y un protocolo contra abusos en el ámbito laboral son otras de sus exigencias.
La guardameta del Athletic dejó claro también durante su intervención ante los parlamentarios vascos que incluso si finalmente se firma el convenio “habrá mucho trabajo que hacer para alcanzar la igualdad”.
Reclamó, asimismo, una distribución del tiempo que se dedica en los medios de comunicación públicos al deporte femenino similar al masculino y que en las instalaciones públicas deportivas se garantice el uso paritario.
También planteó que se ofrezcan “incentivos fiscales” a las instituciones que inviertan en deporte femenino.
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