Ben Simmons sufrió lo indecible para conseguir el traspaso que le sacó de los Philadelphia 76ers y le mandó a una oportunidad de empezar de nuevo con los Brooklyn Nets. Su primera temporada después de todos los problemas físicos y mentales que le afectaron durante su larga batalla por largarse de Philly y también a posteriori se zanjó con un rendimiento muy modesto y una versión descafeinada de aquel base que tenía los cimientos para marcar una época.
Después de un verano en el que ha renunciado al Mundial con Australia para optimizar su preparación, Simmons dice que se siente ahora al 100% y que encara el próximo curso con los Nets con la intención de “dominar” a los oponentes. En una entrevista con Andscape, el jugador reconoce que su salida de los Sixers “llegó en buen momento”.
A pesar del agrio adiós de su anterior hogar, el propio Simmons avisó de que siente mucho cariño por su gente y afición. “La gente me pregunta, ‘¿si te traspasaran de nuevo dónde querrías ir?’ Yo siempre les digo ‘Solo Philadelphia. Philadelphia es mi casa’. No tengo nada que decir sobre Philly. Fue una situación loca al final, pero es lo que hay”, comenta el base de 27 años.
En su primer curso en Brooklyn, Simmons promedió 6,9 puntos, 6,3 rebotes y 6,1 asistencias por partido en 42 apariciones para los Nets, números muy alejados de sus anotaciones en dobles dígitos en sus cuatro temporadas anteriores con los Sixers. “No pienso volver a ser ese mismo jugador del año pasado, porque no está para nada cerca de mi verdadero nivel”, asegura ahora.
Su objetivo es volver a pasarlo bien encima de la cancha, hacer lo que más le gusta y poco más. A veces, reflexiona sobre todo lo vivido y su conclusión es: “¿Cuán peor puede ser?”