A Italia se le da bien Wembley

La selección de Italia cuenta con un balance positivo, con dos victorias, tres empates y una sola derrota, en sus partidos disputados en Wembley, donde jugará el próximo sábado 26 de junio los octavos de final de la Eurocopa.

La selección que dirige Roberto Mancini acabó primera del grupo A, con pleno de puntos, gracias al triunfo por 1-0 logrado este domingo contra Gales en el Olímpico romano, en el que fue su último partido ante su afición en esta Eurocopa.

Italia se enfrentará en los octavos de final al segundo clasificado del grupo C, Austria o Dinamarca, y, de avanzar, tendría en el horizonte un duelo de cuartos de final en Múnich y la fase final de nuevo en Londres.

“Es bonito jugar en Wembley, jugaremos en un estadio fantástico. A partir de octavos empieza otro torneo, habrá que jugar bien para llegar hasta el final. Nuestro deseo es regresar a Wembley también más adelante”, afirmó Mancini en la rueda de prensa posterior al Italia-Gales, al referirse a las semifinales y a la final de la Eurocopa.

Los ‘azzurri’, que disfrutaron este lunes de un día de descanso, en el que muchos jugadores aprovecharon para verse con sus familias en su hotel de Roma, el Parco dei Principi, jugaron seis veces en el templo de Wembley, siempre contra Inglaterra.

El primer encuentro se remonta a 1959, un amistoso acabado 2-2, mientras que el segundo se disputó en 1973, cuando la Italia de Ferruccio Valcareggi triunfó 1-0 gracias a un gol de Fabio Capello.

La única derrota de Italia, en partido oficial, llegó en 1977, cuando el seleccionado de Enzo Bearzot, que cinco años después ganaría el tercero de los cuatro Mundiales italianos, cayó 0-2.

Un revés del que Italia se vengó en 1997, en el camino de clasificación al Mundial de Francia 1998, después de un 0-0 en amistoso en 1989.

En ese triunfo por 1-0 el protagonista fue Gianfranco Zola, entonces delantero del Chelsea, quien firmó la diana decisiva.

El último enfrentamiento se remonta en marzo de 2018 y acabó 1-1. Se jugó en un momento extremadamente delicado para Italia, que cinco meses antes había fracasado en la repesca mundialista contra Suecia y no había conseguido el billete para el Mundial de Rusia.

Era el equipo de Gigi Di Biagio, seleccionador interino, y el duelo acabó 1-1 con dianas de Jamie Vardy y Lorenzo Insigne.

Desde ese momento gris todo ha cambiado para Italia, que con Roberto Mancini ha renacido deportivamente hasta brillar en la presente Eurocopa por su juego atractivo y su defensa rocosa.

Superó la fase de grupos con el pleno de puntos, nueve de nueve, con siete goles a favor y cero en contra. No lograba cerrar una fase de grupos perfecta desde 2000, cuando fue finalista en la Eurocopa.

Lleva once victorias consecutivas, todas sin recibir goles, e igualó además su récord de treinta partidos sin derrotas, que resistía desde 1939, cuando Vittorio Pozzo era el entrenador.

“Es la Italia con la que soñábamos. El juego y el equipo son los protagonistas absolutos y son el resultado de un proceso empezado hace tres años”, aseguró este lunes un satisfecho Gabriele Gravina en una rueda de prensa en “Casa Azzurri, un centro abierto en Roma enteramente dedicado a los aficionados de la selección italiana.

El entusiasmo en Italia es máximo y los números registrados por las televisiones locales que transmitieron el encuentro contra Gales lo demuestran.

Si se juntan los datos de las dos cadenas que tienen los derechos televisivos para transmitir la Eurocopa, “Rai” y “Sky Sport”, la cuota de pantalla tocó el 62 %, según los datos facilitados por la Federación de Fútbol Italiana (FIGC).

Vive momentos de ensueño Italia, que viajará el viernes a Wembley para prolongar su camino en la Eurocopa y alimentar sus ambiciones de poner las manos en su segundo título, tras el que ganó con Valcareggi en 1968.


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