La historia del actual capitán rojiblanco en la entidad bilbaína, salvo giro inesperado, llega a su fin. El quinto león que a lo largo de la centenaria trayectoria del Athletic más veces ha defendido la camiseta bilbaína en competición oficial tiene las horas contadas en la plantilla de
Garitano
. El propio eibartarra se encargó de explicar los porqués de su sorprendente decisión. El último partido oficial de la temporada en San
Mamés servirá mañana, por tanto, para que la afición pueda despedirse de su capitán (queda la duda de saber si será vestido de corto o de calle, dependiendo de si está convocado o no), entre otros, y, al mismo tiempo, asista a la entrega de la distinción del Athletic en forma de trofeo ‘One
Club
Man’ al escocés
Billy
McNeill
, trofeo que recogerá algún representante del Celtic dado que el exfutbolista de Glasgow ha fallecido recientemente.
‘Kanpoan uso, etxean otso’. La traducción más o menos libre de este dicho vasco aplicado al caso que nos ocupa podría ser “con los de fuera paloma, lobos con los de casa”. El ‘One
Club
Man’ promovido por el Athletic pierde su auténtico sentido desde el preciso instante en que a uno de los tuyos, llegado a Lezama con 9 años y defendiendo la camiseta rojiblanca en sus diferentes categorías hasta los 31, le tratan como ha tratado la entidad de Ibaigane a su actual capitán. Vergonzoso. No hay que ir al fondo de la cuestión, discutible a todas luces desde el ámbito meramente futbolístico; sino a las formas. Alguien comentaba hace unos días, supongo que refiriéndose al aspecto deportivo, que “Susaeta no es importante para el futuro del Athletic”. Otro que no entiende nada de nada. Susaeta es un ejemplo, un modelo, una referencia dentro de un club que apuesta por la cantera y presume de ser caso único en el mundo. A la porra pues con el ‘One
Club
Man’
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