El índice Nasdaq, que agrupa a más 3.000 empresas tecnológicas líderes, pidió a finales del año pasado al regulador bursátil de EEUU que le permitiera exigir a las compañías cotizadas la presencia de al menos una mujer en sus consejos. La propuesta iba un paso por delante de la “recomendación” habitual de otros reguladores. En España, por ejemplo, la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) recomienda en el Código de Buen Gobierno que un 30% de las consejeras sean mujeres. El porcentaje ha subido al 40% para 2022. Aún así, la media de presencia femenina en los consejos era del 27,5% a finales de 2019, según el último dato publicado por la institución.
Los responsables del Nasdaq fundamentan su petición en el pragmatismo, apoyados en una docena de reputados estudios que vinculan la diversidad en la cúspide con los buenos resultados financieros. La Universidad de Harvard o la consultora Deloitte son algunos de los autores.
“La composición diversa es la clave para que haya innovación, esencial en un momento económico de adaptación al cambio acelerada. Contar con puntos de vista diferentes nos aporta una visión holística para encontrar soluciones”, sostiene la presidenta de la Asociación Progreso y Dirección, Laura González-Molero.
La jueza estadounidense Ruth Bader Ginsburg, un icono del feminismo y de la justicia, decía que las mujeres pertenecen a todos los lugares donde se toman decisiones, como recuerda la máxima ejecutiva del Grupo Red Eléctrica, Beatriz Corredor, una de las dos únicas mujeres que presiden una empresa del Ibex 35. “Debemos formar parte de los consejos de administración por muchas razones, la primera, por derecho”.
La estructura de los consejos “debe reflejar la evolución que están experimentando las plantillas de las empresas hacia una verdadera igualdad de género”, afirma Corredor, que trabaja en un sector históricamente masculinizado donde las mujeres representan el 28,5%.
La inclusión de la mujer en todos los ámbitos es una de las claves para la sostenibilidad económica en Europa, recogida en la Estrategia Europea para la Igualdad de Género 2020-2025 con la que pretende alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Según este documento de la Comisión Europea, las mujeres ostentan en la UE solo el 7,5% de las presidencias de los consejos de administración y el 7,7 % de los cargos ejecutivos. Alerta, además, de que la presencia femenina aún es más escasa en oficios tecnológicos, por ejemplo, en el ámbito de la programación de inteligencia artificial, donde solo dos de cada diez profesionales son mujeres.
En línea con esta estrategia de igualdad europea, el Gobierno español, que contempla la inclusión de la mujer como una prioridad transversal, se ha marcado como objetivo en el plan España Digital 2025 el fomento de las vocaciones científicas-tecnológicas “de la forma más paritaria posible”. La urgencia es revertir la situación actual, en la que tan solo el 24% de los estudiantes que ingresan en carreras STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas, por sus siglas en inglés) son mujeres, tal como recoge el informe El desafío de las vocaciones STEM digital de la Asociación Española para la Digitalización (DigitalES).
La presidenta mundial de Inspiring Girls, Miriam González, les pide a las mujeres que trabajan en ámbitos tradicionalmente masculinizados que “se dejen ver y dediquen un poco de tiempo a conectar con la siguiente generación”, para cambiar estereotipos. Esta abogada, que vive en California desde que su marido, el ex viceprimer ministro británico Nick Clegg, fue nombrado vicepresidente de Asuntos Globales y Comunicaciones de Facebook, se muestra “preocupada” por el futuro de las mujeres en la economía digital. “Lo que veo en Silicon Valley es que hemos dado marcha atrás en el sector tecnológico, donde hay pocas mujeres, y menos en puestos de poder”, constata.
La presidenta del Grupo Red Eléctrica, Beatriz Corredor, advierte, además, que en lugar de avanzar hacia la igualdad, la crisis de la Covid-19 “ha golpeado con mayor fuerza a las mujeres que a los hombres debido, en buena medida, a que nos empleamos mayoritariamente en los sectores que se han visto más dañados y a que, en muchos casos, lo hemos tenido más complicado para conciliar”.
Y a pesar de todo, el liderazgo femenino ha pasado con nota el desafío de la gestión de la pandemia en las organizaciones. “Las empresas que han funcionado mejor, las que han tenido a los equipos más motivados y han sido más productivas, están lideradas por mujeres o cuentan con mujeres en sus equipos directivos, da qué pensar”, concluye Guayente Sanmartín, directora general y vicepresidenta mundial de la división de impresión de Gran Formato de HP, que lidera un equipo de más de 1.000 personas.
Liderazgo femenino para el impulso de la industria 4.0
Barcelona Woman Acceleration Week reunirá del 3 al 5 de marzo a más de 50 ponentes para abordar cómo la incorporación de mujeres directivas mejora la economía e incrementa la productividad global. Se tratará, también, la necesidad urgente de un cambio cultural para un futuro con mayor liderazgo femenino en la economía digital y la reducción de la brecha de género en las empresas STEM.
El evento será retransmitido desde el plató de RTVE en Sant Cugat del Vallès, y está organizado por Consorci de la Zona Franca y la Fundación Incyde de las Cámaras de Comercio de España, con la colaboración del Consejo de la Mujer de la Zona Franca.
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