A Óliver Torres le suena el despertador


”Óliver jamás se quejó por no jugar. Ha demostrado ser un gran compañero, sabiendo esperar su momento”. Así se define a Óliver Torres (Navalmoral de la Mata, Cáceres; 1996) en el vestuario de un Sevilla que busca superar al Barcelona en la clasificación (16.15 horas, Movistar LaLiga). Los técnicos del conjunto andaluz sostienen que el centrocampista ha respondido a la perfección a la denominada teoría del despertador. El axioma corresponde a Julen Lopetegui. “Todos los futbolistas de mi plantilla deben estar atentos y no parar de trabajar para cuando les suene el despertador y llegue la hora de jugar. A Óliver le sonó el despertador”, aclaró el propio Lopetegui hace un par de semanas cuando el extremeño comenzó a ser titular en detrimento de un futbolista tan consagrado como Ivan Rakitic.

Óliver, por primera vez desde que llegó al Sevilla, ha enlazado cinco partidos seguidos como titular (Cádiz, Eibar, Getafe, Huesca y Osasuna) y parece haber dado un evidente paso adelante. Estos cinco partidos se saldaron con victorias en las que el equipo andaluz no recibió un gol. Ante el Dortmund, en la Liga de Campeones, Óliver salió en el segundo tiempo y fue uno de los artífices de la mejora del juego del equipo andaluz, que maquilló el resultado hasta conseguir el definitivo 2-3. En la ida de la semifinal de la Copa, un gran toque con el exterior del pie derecho habilitó a Rakitic para hacer el 2-0 ante el Barcelona.

En esta serie de partidos como titular en LaLiga, también dio el pase de gol a Munir en el triunfo (1-0) frente al Huesca. Óliver ha jugado ya un total de 32 encuentros en todas las competiciones en este curso, con 17 participaciones como titular.

“Me encuentro muy bien futbolísticamente y en lo personal”, afirmó el propio jugador después de último triunfo sevillista en su estadio ante el Huesca. Óliver llegó al Sevilla en el verano de 2019 a cambio de 11 millones de euros al Oporto. Una operación que vino avalada por Lopetegui, que coincidió con el futbolista en su etapa como entrenador en el conjunto portugués. “Vino con la vitola de estrella, pero no llegó a asentarse en la titularidad. Le faltaba un pelín de carácter”, añaden en el club. Aun así, en la pasada temporada jugó un total de 37 encuentros en todas las competiciones, anotando seis goles. Otro ejemplo de su humildad es la cercanía que ha mostrado con los aficionados en su primer año en Sevilla. Óliver vivía hasta este verano en un bloque de apartamentos y era frecuente que los niños del barrio llamaran a su domicilio. El futbolista los recibía en su casa y les firmaba autógrafos y camisetas.

Su momento más bajo en lo deportivo llegó con la disputa en el mes de agosto de la Liga Europa en la burbuja de Alemania. Suso y un Banega a gran nivel hicieron que no jugara un solo minuto en los partidos ante la Roma, Wolverhampton, Manchester United e Inter de Milán. Óliver respondió apoyando desde el vestuario haciendo grupo. Fue uno de los creadores del cántico “a por el bote”, que acabó por convertirse en un lema de los futbolistas del Sevilla después de cada triunfo. Desde el primero hasta el último ante el Inter de Milán. El extremeño venera a Jesús Navas y forma un trío inseparable junto a Jordán y Sergi Gómez. Fuera del Sevilla, su gran amigo en el fútbol es Saúl, del Atlético de Madrid, uno de sus exequipos.

La salida de Banega ha propiciado también el paso adelante de Óliver esta temporada. Se ha liberado del peso de tener que sustituir al argentino. Ha pasado de intentar sacar el balón de atrás a conducirlo al campo rival. Todo apunta a que Lopetegui le dará a Óliver su sexta titularidad seguida ante el Barcelona. Un rival al que el centrocampista todavía no ha sido capaz de ganar en LaLiga después de cinco partidos jugados con el Atlético de Madrid y el Sevilla. El saldo es de tres empates y dos derrotas ante el conjunto catalán. Eso sí, con el Sevilla lleva dos empates seguidos más el triunfo en la ida de la semifinal de la Copa del Rey.


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