A pesar de la pandemia, mujer sale a buscar a hijo desaparecido

Como cada mes, Felipa realizó una protesta para exigir la localización con vida de su hijo Bruno, desaparecido en Oaxaca, el 10 de mayo de 2018.

Por Diana Manzo

A pesar del cerco sanitario por el Covid-19, Felipa Martínez decidió exponerse y protestar frente a las oficinas de la Vicefiscalía de Justicia y de la Defensoría de los Derechos Humanos en Tehuantepec, Oaxaca, porque asegura que las ansias de encontrar con vida a su hijo, Bruno Alonso Avendaño Martínez, son más fuertes que una epidemia.

Acompañada de su hijo Lukas Avendaño, colocó en las dos dependencias carteles con la foto de Bruno y la leyenda de “Seguimos buscando a Bruno, desaparecido el 10 de mayo de 2018”; además, con un esténcil artesanal, pintaron la facha principal de las oficinas, para exigir justicia, pues a más de 700 días no han obtenido respuesta de ninguno de los tres niveles de gobierno.

El joven de 34 años de edad era policía naval general de la Secretaría de Marina desde hace seis años; llegó a casa el viernes 4 de mayo de 2018 para disfrutar su periodo vacacional y desde esa fecha, después de trabajar en el huerto de su madre, alrededor del mediodía se iba con Don Goyo, operador de un camión de volteo, a cargar material de construcción de una cribadora en la Villa de San Blas Atempa, pero desapareció en una zona llamada El Manguito.

Desde esa fecha, los días 10 de cada mes, Doña Bertha pega carteles de su hijo en el mercado Jesús Carranza del centro de Tehuantepec, y este día lo hizo también en la fachada de las instituciones que, asegura, tienen la obligación de esclarecer la desaparición.

Pero sabe que no encontrara respuesta, dice, porque no ha hallado hasta la fecha a un funcionario competente que le ayude a saber dónde está su hijo.

La madre de Bruno no tiene miedo, pero sí mucho coraje.

“Yo confié en las autoridades, confié en que podrían encontrar y devolverme a mi hijo, y no lo hicieron”, expresó, “si continúo aquí, es porque nadie nunca hizo su trabajo”.

“Y para esos funcionarios no existe castigo, responsabilidades”.

Dice que si pudiera regresar el tiempo, no confiaría en las autoridades, pese a las amenazas recibidas el 25 de junio y el 5 de julio del 2018 vía telefónica.

“Tengo una queja en la Defensoría de los derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca, desde el 1 de junio del 2018, por violación a los derechos humanos por parte de los funcionarios de la vicefiscalía regional del Istmo de Tehuantepec y, pese a que han dado seguimiento, no han tenido respuesta por parte de Olegario Bautista, responsable de estas oficinas en Tehuantepec, como tampoco han respondido Fernando Francisco Coronado Franco, Julio Frey Luna Bernal y Adán Ojeda Alcalá, todo ellos funcionarios de la Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca”, señaló.

Por último, Lukas Avendaño, hermano de Bruno, recalcó que se ha hecho una incansable gestión ante las diferentes estancias encargadas de procurar e impartir justicia en el país, los organismos de Derechos Humanos, Embajadas y Consulados de México en el extranjero, medios impresos, electrónicos y digitales, pero hasta la fecha no hay justicia ni esclarecimiento, todo es impunidad.




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