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A puñetazo limpio tras la carrera de la Nascar en Martinsville

A puñetazo limpio tras la carrera de la Nascar en Martinsville

La carrera de la Nascar disputada en Martinsville en la madrugada de este sábado acabó de mala manera, con dos de sus protagonistas pegándose a puñetazo limpio, ofreciendo un espectáculo lamentable tras la tensión vivida dentro de sus bólidos. Se trata de Ty Gibbs y , Sam Mayer, que se enzarzaron en una pelea después de ver como Jones ganaba. 

Ty Gibbs veía el triunfo en sus manos, y por consiguiente, los 100.000 dólares de premio que había en juego. El botín que se podía llevar era muy suculento, pero todo se empezó a complicar cuando Sam Mayer provocó de forma incomprensible, cruzándose del exterior al interior, un accidente múltiple con 10 coches dañados que obligaba a que se mostrara la bandera roja. 

La carrera se detenía y Gibbs debía defender su liderato en la reanudación ante Jones. Y ahí ocurrió lo que tanto se temía Ty. Jones le cogió el interior en la última curva para arrebatarle el triunfo, y cuando intentaba reaccionar, con todo ya perdido, notó el contacto por el interior de Mayer, que le empujaba contra la barrera. Finalmente, Gibbs pasaba de poder luchar por el triunfo a cruzar la meta en la octava posición, con Mayer en la quinta plaza. 

Todo ello hizo que Gibbs enloqueciera ante Mayer. Primero, colocó su parachoques tras el coche de Mayer en la vuelta de regreso al pit lane y le dio un golpe. Y cuando ambos se bajaron del coche, Gibbs fue directamente a por su rival. Primero, le dio un empujón ante un Mayer que se encogía de hombros. Y cuando Sam se sacó el casco ambos se encararon. Sam empujó a su rival con la mano derecha y fue ahí cuando Gibbs perdió del todo el norte lanzando un derechazo a la cara de Mayer y otro golpe certero de izquierdas. Parecía más un cuadrilátero que una pista de carreras. Gibbs incluso le hizo una llave rodeando la cabeza de Sam en su brazo y ambos se fueron al suelo. Mala manera de terminar lo que debía ser tan solo un gran espectáculo automovilístico. 

“Sí, solo había 100 mil dólares en juego”

“Bueno, traté de hablar con él y luego se puso en mi cara”, expresó Gibbs a Fox Sports, para defender su conducta, asegurando que estaba enfadado porque le echaron contra el muro en la última vuelta.

“Sí, solo había 100 mil dólares en juego”, dijo Mayer a Fox Sports tras lo ocurrido, con ironía. “Le puse el parachoques, de eso se tratan las carreras en pista corta. Se molestó. Lanzó un par de golpes, fueron débiles y no puedo decir mucho sobre eso. Es gracioso”, agregó sobre su rival. 

“Le metí el parachoques por 100 mil dólares y se molestó por eso. Pero, él ha estado haciendo eso a todos los demás, todas las semanas hasta ahora. Entonces, no entiendo cómo puede ser tan unilateral. Es gracioso. Caminó hacia mí. Yo ya me había quitado el casco y el se dejó el casco puesto. Entonces, obviamente, estaba asustado por algo o  bien siempre tuvo en en mente lanzar un puñetazo”, continuó Sam.

“Hablaré con él si quiere. Pero estoy bien. No podría importarme menos. Voy a seguir adelante y competir con todos igual de duro. De eso se trata la serie Xfinity. Voy a salir y dar lo mejor de mí. Él puede hacer lo que quiera. Al final del día, cualquiera puede hacer lo que quiera con él porque se ha ganado esa reputación”, finalizó.




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